PREMIOS MUJER 2024

D.O.Bierzo, a un año de las bodas de plata

Lo del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo,  no tiene calificativo que lo describa. Desde que la Junta de Castilla y León modificara la norma de los estratos electorales, y tocara irremediablemente la tecla equivocada,  el vino del Bierzo está cogiendo un bouquet  avinagrado que puede acabar dañando y mucho,  la imagen en el exterior de uno de los productos, de los que podemos seguir presumiendo,  y por muchas razones. Los vinos del Bierzo han pasado penitencia hasta conseguir su propio sello distintivo, su Consejo Regulador, su denominación de origen que los ampara desde el año 1988. Para llegar hasta el prestigio y la madurez alcanzados por el vino del Bierzo, hubo que reivindicar y trabajar mucho. Por los despachos, pero también por las viñas, cuidando cepas, invirtiendo, vendimiando y promocionando llevando a gala la promoción de los vinos del Bierzo por todo el territorio nacional e internacional. Así lo hicieron con mucha ilusión y cada uno con su estilo, Luis Hernández Romo, José Luis Prada, Carlos Méndez y Alfonso Arias. El legado debe continuar con la suma de todo lo conseguido y con el reto de seguir alcanzando nuevas cotas de calidad, sobradamente constatadas con la continua consecución de premios a nivel mundial que reciben los vinos del Bierzo.

Según la nueva norma de la Junta, la mayoría de representantes del Consejo Regulador, debe estar en el lado de las bodegas privadas, que nadie les quita el esfuerzo inversor que han hecho  y la travesía particular por la que también han atravesado. Pero hay un matiz en las cifras que pone en tela de juicio el engorroso tema de los estratos. Si la mayoría de los viticultores, más de 2.400 están en las tres cooperativas – la de Cacabelos, la más grande-, Ponferrada y Camponaraya, agrupadas en URCACYL, ¿por qué tienen que tener menos representantes?. Más cifras para la reflexión: La cooperativa de Cacabelos es la que más produce y además el aumento del 58 por ciento en las contraetiquetas del año pasado en el Consejo Regulador, fueron de la Cooperativa de Cacabelos.  Datos que hablan de una trayectoria. El nuevo timón de los vinos del Bierzo, tiene que ser fuerte y valiente. Los vinos no pueden desandar el camino por el que han peregrinado.  No se puede esperar más. Se necesita presidente o presidenta que tome las riendas cuanto antes y que continúe la senda del trabajo y el compromiso de los anteriores responsables del organismo de nuestros vinos, que se están picando con tanta reunión sin resultados. La Mencía del Bierzo, no puede seguir huérfana tanto tiempo.  El consejo regulador de los vinos del Bierzo, cumplirá en 2015,  25 años desde su constitución; no debemos celebrar la efemérides con un vino del Bierzo ciego, si no con un vino excelente, una cata redonda, en la que no falten: una mesa con mantel blanco, una lámpara que con buena iluminación, un recipiente para el vino que se descarta  y copas de cristal de pie largo … y así poder seguir brindando con la Mencía que hace grande y genuinos a los vinos del Bierzo.