Las carreteras de Castilla y León se cobraron la vida de cuatro personas en otros tantos accidentes en una Semana Santa con más desplazamientos que en 2022, hasta los 1,8 millones de movimientos. La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, realizó este martes en Soria un balance de la operación especial de tráfico, que se ha saldado con dos víctimas mortales menos que en la misma festividad del año pasado.
La operación especial concluyó esta medianoche, puesto que el lunes fue festivo en seis comunidades autónomas, alguna de ellas vecinas de Castilla y León, como La Rioja, Navarra y País Vasco. También en Cataluña, Comunidad Valencia y Baleares. Desde las 15 horas del 31 de marzo, fecha en la que comenzó la primera fase de esta operación de tráfico, ha habido por las carreteras españolas más de 16 millones de desplazamientos. Barcones matizó que estos datos aún son “aproximados”.
De los cuatro accidentes con víctimas mortales, uno se produjo en la primera fase de la operación, entre el 31 de marzo y el 2 de abril, cuando perdió la vida una persona en una carretera autonómica de Ávila, concretamente en Navalperal de Pinares, que circulaba en motocicleta. Ocurrió el sábado, 1 de abril.
Ya en la segunda fase, entre el Jueves Santo y este lunes, perdieron la vida tres personas: el día 6, el accidente mortal se produjo en la N-631, a su paso por la localidad zamorana de Moreruela de Tábara; en la jornada siguiente, el siniestro tuvo lugar en un camino asfaltado de Losacino, también en Zamora. Y ayer, 10 de abril, ocurrió en la A-60, a su paso por la localidad leonesa de Valdefresno. Los cuatro siniestros tuvieron lugar por salida de vía de los vehículos, si bien, en uno de ellos, el de Moreruela de Tábara, el turismo colisionó contra un camión cuando maniobraba para retornar a la calzada.
A ellas se suma otro accidente ocurrido en vía urbana, el domingo, 2 de abril, en la travesía de Villaverde de Arriba (una pedanía del municipio leonés de Garrafe de Torío), en el que dos personas fallecieron cuando un turismo chocó contra una vivienda. La delegada del Gobierno aclaró que en este balance se incluyen solo aquellas que perdieron la vida en accidentes ocurridos en vías interurbanas. Además, el cómputo de personas fallecidas se realiza durante las 24 horas siguientes al siniestro.
Con respecto al año pasado, 2022, en las carreteras de Castilla y León se ha registrado un descenso del número de víctimas mortales. Hubo entonces seis fallecidos: en Ágreda (Soria), Palencia, Salamanca, Segovia, León y Zamora. Ocurrieron en tres autovías, dos carreteras comarcales y una carretera nacional.
Aunque se haya reducido la siniestralidad con víctimas mortales un 33 por ciento, de seis a cuatro, Barcones destacó que “un solo fallecido ya es mucho, ya es inasumible”, así que apostó por “seguir trabajando para que las cifras de accidentes, sobre todo de accidentes mortales, se reduzcan a la mínima expresión, a cero”. En lo que va de 2023 se han registrado 23 accidentes con víctimas mortales, dos más que el año pasado. En ellos han perdido la vida 25 personas, tres más.
Respecto a las incidencias, se han anotado retenciones, sobre todo el domingo y ayer, en la vuelta de las vacaciones. Concretamente, en la A-6, en Benavente, en la A-62, en Simancas y en el nudo de Tordesillas, en la A-1 y la AP-1, en la provincia de Burgos, en torno a Cardeñajimeno, cerca de la capital, donde también hubo retenciones el miércoles. Y en la N-601, en la zona de Medina de Rioseco, en Valladolid. Algunas de estas retenciones fueron motivadas por accidentes de circulación de carácter leve pero que provocaron parones en la marcha de los vehículos.
Dispositivo
La delegada consideró que este periodo vacacional “es uno de los más complicados del año, puesto que aumenta el volumen de desplazamientos que se realizan en un corto espacio de tiempo, con orígenes y destinos similares y realizados en los mismos días y horas”.
Para garantizar la seguridad vial de todos aquellos que se han desplazado y, al mismo tiempo, de la movilidad y la fluidez en las carreteras, la DGT y la Guardia Civil de Tráfico han dispuesto de la práctica totalidad de sus efectivos tanto humanos como materiales: más de un millar de personas en Castilla y León, además de radares fijos y móviles de control de velocidad, helicópteros y drones y de cámaras y furgonetas camufladas para el control del uso del móvil y del cinturón de seguridad.
Se han implantado medidas de ordenación y regulación del tráfico como la instalación de carriles reversibles que faciliten la circulación de entrada o de salida de los núcleos urbanos en función de las necesidades, la paralización de obras y las restricciones a determinados vehículos de mercancías, en tramos y horas concretas.
Barcones recalcó que “nada de esto funciona” sin la colaboración de la ciudadanía, “sin el respeto de las normas de tráfico, sin un comportamiento prudente al volante”. “Para evitar más dolor ocasionado por los accidentes de circulación, no me canso de insistir en la importancia de evitar conductas de riesgo al volante”, comentó, para mencionar las distracciones, la velocidad o el alcohol, elemento, este último, presente en uno de cada tres siniestros mortales de tráfico.
Como ejemplo de la actuación de la Guardia Civil, Barcones destacó que durante los días de esta operación especial se ha detectado a 135 conductores que han dado positivo en controles de alcoholemia y a 107 que han dado positivo por drogas. “242 personas que incrementaban notablemente las posibilidades de provocar un accidente”, advirtió.
Comisión de Tráfico
Por otro lado, la delegada anunció que el próximo viernes se celebrará en Valladolid la Comisión Autonómica de Tráfico, Seguridad Vial y Movilidad Sostenible en Castilla y León. Está formada por los responsables provinciales y autonómicos de la DGT y del Sector de Tráfico de la Guardia Civil; los jefes de Demarcación de Carreteras del Estado, Occidental y Oriental y por representantes de la Junta de Castilla y León y la Federación Regional de Municipios y Provincias.
En ella se analizarán las cifras de siniestralidad en 2022, con especial atención a los accidentes con víctimas mortales. También se abordarán los accidentes provocados por animales, la pasada campaña de vialidad invernal, la educación vial, las campañas de tráfico de 2022 y sus resultados y las operaciones especiales para 2023, entre otros asuntos. Una de estas campañas de tráfico, la de control de la velocidad, se llevará a cabo la próxima semana, entre el 17 y el 23 de abril.
El análisis de los accidentes con víctimas mortales de 2022 parte de la base de que fue un año, en palabras de la representante del Gobierno de España en Castilla y León, “muy malo en las carreteras de la Comunidad Autónoma”. “Entre todos y todas debemos esforzarnos para que no se repitan cifras como las del pasado año en el que perdieron la vida 136 personas en nuestras carreteras, 40 más que en 2019”, informó Barcones, quien desveló que 14 de ellos fallecieron en vías de Soria, provincia donde presentó el balance, ocho más que en 2019.