La operación especial de tráfico de Navidad en Castilla y León, que se inició el pasado 20 de diciembre y concluyó la pasada medianoche, dejó un balance de cuatro fallecidos en las carreteras de la comunidad. Esta cifra supone un incremento de una víctima respecto al mismo periodo del año pasado, pero es inferior al máximo registrado hace dos años, cuando se contabilizaron cinco fallecidos.
El primer accidente mortal tuvo lugar el domingo 22 de diciembre, cuando un hombre de 76 años perdió la vida en una colisión frontal entre dos turismos en la carretera N-601, a la altura de Medina de Rioseco, en la provincia de Valladolid.
El segundo suceso se produjo el 1 de enero, con el nuevo año, cuando un hombre de 44 años sufrió un accidente mortal con una furgoneta en la carretera CL-631, a su paso por el municipio berciano de Toreno, en la provincia de León.
Horas después, ese mismo día, otro hombre, también de 76 años, falleció en una colisión frontal entre dos vehículos en el kilómetro 85 de la carretera CL-629, en Merindad de Montija (Burgos), un siniestro que dejó además cinco personas heridas.
Finalmente, durante el último fin de semana del operativo navideño, una mujer perdió la vida en Barrio de la Puente (León), al salirse de la vía el turismo en el que viajaba junto a dos hombres, cayendo por un desnivel de varios metros hacia un arroyo.
La Dirección General de Tráfico (DGT) había previsto un total de 451.000 desplazamientos por las carreteras de Castilla y León durante estas fechas, un periodo especialmente delicado para la seguridad vial. Las autoridades recuerdan la importancia de extremar la precaución al volante para evitar nuevos accidentes.