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Cuando España fue “salvada” desde la “llanura de Compostilla”

El pasado 13 de septiembre Endesa anunciaba el cierre en 2020 de la Central Térmica de Compostilla a menos que el Gobierno cambie su política energética. Atrás quedan los tiempos en los que desde esta térmica, la primera de Endesa, se suministraba electricidad a toda España, esa "dama" por la que "los soldados de la industria", muchos bercianos, "libraban batalla", según el NO-DO
Central Térmica de Compostilla. / Archivo de Endesa

El pasado 13 de septiembre Endesa transmitía a a los miembros de la Plataforma por el futuro del Bierzo su intención de cerrar en  2020 la central térmica de Compostilla II, situada en Cubillos del Sil, a menos que el Gobierno cambie su política energética. En 2020 finaliza el plazo para adaptar las centrales térmicas a la nueva normativa medioambiental establecida por la Unión Europea. Para ello, Endesa debería realizar una serie de inversiones, valoradas en unos 200 millones de euros, que, a día de hoy, la empresa estima que no serían rentables ante la falta de apoyo al sector del carbón por parte del Ministerio de Industria. Además, los trabajos deberían iniciarse a principios de 2017 para poder cumplir a tiempo con la disposición europea, que persigue unas centrales menos contaminantes.

El cierre provocaría la pérdida de unos 300 puestos de empleo directos entre trabajadores de la central y de sus subcontratas, y más de 1.000 indirectos,  un nuevo gran golpe a la maltrecha economía berciana, que aumentaría, todavía más, la sangría poblacional que sufre el Bierzo. La decisión, lejos de sorprender, es el final de una cadena de resoluciones que venían anticipando el escenario actual, como fueron el cierre de dos grupos de generación y la renuncia a la implantación de dos grupos de ciclo combinado, entre otras. El cierre de estas instalaciones se vendría además a sumar al ya aprobado de la central térmica de Anllares, en Páramo del Sil.

Asimismo, no se puede obviar que, más allá de la explicación ‘oficial’ del cierre por parte de Endesa, está la política energética de su propietaria y accionista mayoritaria, la empresa italiana Enel, que viene orientando su producción hacia las energías renovables, lo que ya ha provocado la clausura de varias centrales térmicas en Italia.

Lejos quedan los tiempos en los que el Gobierno franquista hablaba con orgullo de la Central Térmica de Compostilla (de la I y de la II, que la vendría a sustituir) y del Bierzo, una comarca “muy importante para la economía española”, a través de una serie de narraciones de corte épico, emitidas por el NO-DO desde “la llanura de Compostilla”, el “campo de batalla por la conquista de la energía eléctrica”. Allí, explica el NO-DO, se dirigían los “modernos soldados de la industria” para salvar “cual dama del Paso Honroso” a España.  Eran los tiempos en los que Compostilla I abastecía de electricidad a buena parte del país.

La central térmica de Compostilla I, durante su construcción. / REVISTA OBRAS PÚBLICAS
La central térmica de Compostilla I, durante su construcción. / ARCHIVO REVISTA OBRAS PÚBLICAS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Porque la historia de Endesa nace en el Bierzo, tras la fundación, el 18 de noviembre de 1944, por parte del extinto Instituto Nacional de Industria, de la Empresa Nacional de Electricidad SA (Endesa) con el objetivo de controlar, mediante una empresa pública, un sector considerado estratégico, el de la minería del carbón, y de reducir la dependencia de la energía hidráulica que hasta entonces había en España. Un año después, comienza en Ponferrada la construcción de su primera central, la térmica de Compostilla I, tras concedérsele a Endesa la explotación del salto a pie de presa de la Fuente del Azufre.

En 1949, el Generalísimo en persona arranca la central ponferradina, instalación que recibe el nombre de Compostilla en recuerdo a la antigua ermita de la zona, en el Camino de Santiago.

La Central Compostilla II poco después de su construcción. / ARCHIVO REVISTA OBRAS PÚBLICAS

En la década de los 60 se levanta Compostilla II, en Cubillos del Sil, que viene a sustituir a Compostilla I. Endesa preveía una ampliación de su primera central térmica pero finalmente apostó por un nuevo emplazamiento.

En principio, Compostilla II estuvo formada por tres grupos, dos de 141 MW de potencia (en Compostilla I eran de 50 MW). En 1961, la central entraba en funcionamiento, tras tres años de obras, siendo inaugurada al año siguiente por Francisco Franco, al que acompañaban el ministro de Industria, Juan Antonio Suances, y Luis Carrero Blanco, entonces ministro de la Presidencia.

En 1972, 1981 y 1984 arrancan el resto de los grupos de 350 megavatios (MW). Si los primeros eran de fabricación estadounidense los dos últimos, el cuarto y el quinto, fueron construidos en Barcelona. El combustible que utiliza es hulla-antracita, siendo en la década de los 80 de unos 3 millones de toneladas al año. Para la refrigeración de Compostilla II, al tiempo que para atender los regadíos, se procede a la construcción del embalse de Bárcena en el curso del Sil, que se finaliza en 1956.

Construcción del pantano de Bárcena. NODO 17. Enero 1955
Construcción del pantano de Bárcena. NODO 17. Enero 1955

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La central de Compostilla II es todavía en la actualidad la segunda en importancia de España,  detrás de la central térmica de As Pontes, también propiedad de Endesa, construida entre 1972 y 1976. En 1999, Compostilla II fue punto de parada durante la visita del Rey Juan Carlos I al Bierzo, siendo presidente de Endesa el leonés Rodolfo Martín Villa.

Los Reyes, Martín Villa y el entonces alcalde de Cubillos, José Luis Ramón. / FOTO: AYUNTAMIENTO DE CUBILLOS
Los Reyes, Martín Villa y el entonces alcalde de Cubillos, José Luis Ramón. / FOTO: AYUNTAMIENTO DE CUBILLOS
 Del Bierzo al Mundo

El año 1972 sería  clave para la empresa, tras su fusión con Hidrogalicia. A lo largo de esta década y la siguiente, la compañía adquiere distintas explotaciones mineras en diversos puntos de España, al tiempo que afianza su parque generador con la construcción y puesta en marcha de las centrales térmicas de As Pontes, en La Coruña; Andorra y Escatrón, en Teruel y Zaragoza; y Litoral, en Almería. Asimismo, pone en funcionamiento los grupos diesel de Ceuta y Melilla, además del grupo II de la central nuclear de Ascó, en Tarragona.

Posteriormente, en los años 80 y 90, inicia sus actividades de distribución y venta de electricidad mediante la adquisición en diversas empresas españolas públicas y privadas hasta convertirse en la mayor compañía del sector eléctrico español. A finales de los años 80 comienza también su expansión internacional.

En el año 1998, cuando el mercado eléctrico y de gas natural en España se va privatizando progresivamente (en 2003 termina el proceso de liberalización para el 100% de clientes), se crea Endesa Energía, la comercializadora de Endesa que gestiona los clientes en el mercado de electricidad y gas natural. Desde 2009, y tras una prolongada OPA, en la que se descartó la compra por Gas Natural Fenosa, es una subsidiaria al 70% de la empresa energética italiana Enel.

Si el cierre de Compostilla II se materializa finalmente, Endesa arrancará de cuajo sus raíces en el Bierzo, la cuna del que fuera su ‘poderío energético’, gracias al cual progresó hasta llegar a lo que actualmente es. Compostilla ‘salvó’ a España, contribuyendo a su progreso… ¿Salvará España a Compostilla?