Las Cortes de Castilla y León acogieron este viernes la celebración de una jornada de exaltación del Fuero de León, “la primera manifestación de derecho territorial, para todo un reino, que existe en España en la Edad Media”, según explicó el catedrático de Historia del Derecho Fernando de Arvizu. El presidente de las Cortes, Luis Fuentes, reivindicó la importancia decisiva de este “corpus jurídico medieval, pionero en los derechos fundamentales de los ciudadanos de Europa y de medio mundo”.
Según explicó Fuentes, los fueros de León “son un cuerpo legislativo desarrollado en la Edad Media que ya evidencia el incipiente poder que estaban teniendo las ciudades”, y del cual “surge un modelo de gobierno muy diferente a los que imperaban hasta el momento”. “Las Cortes Regionales son el mejor marco para este reconocimiento, porque aquí está la soberanía de todos los que residen en la Comunidad y aquí se atienden sus demandas y necesidades a través de la palabra”, señaló antes de subrayar que el parlamento actual es “heredero de esas primeras Cortes de la historia, celebradas en León, que recibieron el reconocimiento de la Unesco como cuna del parlamentarismo occidental”.
La jornada sirvió para presentar en sociedad en Valladolid la reedición de Los Fueros de León, una cuidadísima publicación artesanal, que vio la luz el pasado año en una tirada de 504 ejemplares, para conmemorar el milenario de unos textos “complejos”, en palabras de Arvizu, que cobraron forma cuando el rey Alfonso V convocó una curia magna en el año 1017 en la Iglesia de Santa María del Camino para reunirse con los eclesiásticos y los nobles, y redactar veinte decretos de derecho local.
Aquel texto con una veintena de preceptos territoriales fue ampliado tres años después con 28 preceptos locales, hasta conformar “el germen remoto del surgimiento en 1188 de las primeras cortes estamentales en España”, apuntó Arivizu. Todos ellos han quedado recogidos en la publicación presentada hoy, que ha cobrado vida siguiendo las técnicas que se utilizaban “hace mil años” para publicar un libro.
Mimo y arte
Así, según explicó en declaraciones recogidas por Ical el coordinador de la reedición, Vicente Carvajal, la edición ha salido adelante gracias a los trabajos de la empresa leonesa Imagen MAS, y en el volumen han dejado su sello el escribano Antonio Suárez, que hizo la caligrafía de todos los preceptos a mano en latín medieval, imitando “a la perfección” la escritura en minúscula visigótica, y su traducción al romance astur leonés en letra gótica después. Además, la encuadernación de una obra tan “sobresaliente” y “única” corrió a cargo de Miguel Laiz, que con la ayuda de los alumnos del taller Cosamai de la Diputación de León recreó las técnicas artesanales utilizadas en la Edad Media. Por último, la ebanista Mari Carmen Alonso-Santocildes creó a mano “una joya en nogal macizo” que es en sí misma “una verdadera obra de arte”, en palabras de Carvajal, para atesorar un libro tan especial como este.
Ya en el interior, además de los 48 preceptos la publicación reúne los estudios de seis expertos “de primer nivel”, a quienes pidieron “un trabajo serio pero muy acotado en extensión, algo increíblemente difícil de hacer”, explicó Carvajal. Los elegidos para aportar una visión crítica al contenido de los fueros han sido el exdirector general del Libro, Rogelio Blanco (que analiza en su artículo la expansión de los fueros y su repercusión en la Hispania del momento), Maurilio Pérez (a quien Carvajal definió como uno de los tres traductores de latín más sobresalientes de toda Europa), César García Álvarez (que brinda un retrato de la ciudad de León del momento y su entorno), Ricardo Chao (quien esboza la figura de Alfonso V, que “se hizo cargo de un reino en descomposición cuando apenas contaba tres años y fue capaz de reconstruirlo”), Juan José Sánchez Badiola (que centra su aportación en el alfoz de los fueros de León, perimetrando el espacio que ocupaba entonces, de unos mil kilómetros cuadrados, que aglutinaría a 25 municipios actuales de la provincia), Fernando de Arvizu y José Ramón Morala.
Los dos últimos quisieron estar presentes en la presentación en Valladolid, donde Arvizu aseguró que el nuevo volumen “es un libro para quitarse el sombrero”. Según apuntó, el precepto sexto de los fueros pone sobre la mesa un concepto que “se abrirá camino durante los siguientes 200 años: que en estas reuniones de la curia plena primero se veían los asuntos de la iglesia, luego los del rey y después los del pueblo. Ahí estaba ya la clave de la sociedad estructurada en los tres estamentos que recogerán las Cortes luego en 1188”.
En los fueros, según apuntó, se vislumbra “una ciudad de León que va para arriba a toda velocidad, que tiene mercado, libertades que antes no se conocían (como que cada cual pueda vender vino en su casa) o que no hay obligación de hacer el pan del rey salvo que la mujer sea criada. Todo ello da idea ya de un municipio desarrollado y maduro, y es semilla y crisol del derecho hispano”, valoró.
Por su parte, el catedrático de Filología Hispánica en la Universidad de León José Ramón Morala, recordó que el texto del Fuero de León se ha abordado “desde muchas disciplinas académicas”. Como filólogo, recalcó que el texto ha tenido diferentes y sucesivas redacciones a lo largo de los siglos, y comentó que “la forma de expresar los preceptos tiene variaciones que resultan interesantes”. “No hay que mitificar la literalidad de los textos, ya que cada vez que se reescribía se incorporaban variantes”, aseguró.
En la versión en latín, afirmó, se utiliza un latín “bastante más cuidado de lo que era habitual en la época”, con términos “modernizados”(como la utilización de casa en lugar de domus, o caballus en lugar de equus) y arabismos (como el término alfoz) que “hablan de la cotidianidad del reino y la Corte” en ese momento. En cuanto a la versión en romance, señaló que “a mediados del siglo XIII comienza a hacerse la documentación habitual de las administración en lenguas romances, abandonando progresivamente el latín”, algo que genera “un nuevo modelo de escritura”.
Lectura pública
Tras la presentación del volumen, un nutrido grupo de leoneses representantes del ámbito institucional, académico y de la sociedad civil, dio lectura en sede parlamentaria a los 48 preceptos de los fueros de León. En la lectura intervinieron persoanlidades como el abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez; el presidente del Consejo de Cuentas de Castilla y León, Mario Amilivia, el vicerrector de Profesorado de la Universidad de León, Miguel ángel Tesouro; el alcalde de Brañosera, Jesús María Mediavilla; el presidente de la Cámara de Propiedad Urbana de León, Ángel Luis Valdés, el procurador del común, Tomás Quintana; el comisario de ‘El tiempo de la libertad. Comuneros V centenario’, Salvador Rus; la consejera de Empleo, Ana Carlota Amigo; la vicepresidenta de la Diputación de León, Carolina López; responsables de los principales medios de comunicación de la provincia y de otros muchos estamentos de la sociedad leonesa.