La población de oso pardo en la Cordillera Cantábrica cuenta con un censo estimado de 370 ejemplares, de los que 250 se sitúan en la subpoblación occidental y 120 en la oriental. Por comunidades autónomas, el 53 por ciento de la población se encuentra en Castilla y León, con 197 ejemplares, seguida de Asturias con el 35 por ciento y 131 ejemplares, Cantabria con 31 ejemplares, que suponen el ocho por ciento, y Galicia con el tres por ciento del total de la mano de once animales.
Así de desprende del estudio de la población mediante técnicas genómicas y modelos de estima poblacional de captura-recaptura elaborado por las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León con la coordinación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos.
Un trabajo cuyos resultados presentaron este martes en la ciudad de León el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, acompañado del director general de Medio Natural del Principado de Asturias, David Villar, el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático de Cantabria, Antonio Lucio, y la directora general de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda de la Xunta de Galicia, Belén María Do Campo.
“Satisfechos” por los resultados obtenidos mediante la aplicación por primera vez de este tipo de técnica, ya que hasta la fecha se hacía con seguimiento de osas con cría, “lo que detecta entre el doce y el 17 por ciento de la población y permite hacer una estimación”, los nuevos resultados estimados “ponen de relieve una estabilización de la población en el occidente y constatan el incremento de la población en el oriente de la cordillera, donde las estimaciones previas daban valores próximos a los 50 ejemplares. En cuanto al ratio por sexo, el 56 por ciento de los ejemplares son machos, con 210 frente a 160 hembras.
Metodología
La andadura comenzó en el año 2020, cuando los equipos técnicos de las comunidades autónomas, junto con representantes del Miteco y de los centros de investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos definieron las metodologías y el plan de trabajo para el desarrollo de la estima poblacional de oso pardo en la cordillera Cantábrica basada en técnicas genómicas.
Esta estima, según detalló el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, consiste en un primer paso que es la identificación de poblaciones mediante el análisis de muestras no invasiva, es decir, heces y pelos, que permiten identificar un individuo y que llevaron a un mínimo de población identificada de 261.Tras ello, se procedió a aplicar la técnica estadística de capturas y recapturas.
Para todas estas tareas se han muestreado 16.700 kilómetros cuadrados repartidos en toda la Cordillera Cantábrica en las cuatro comunidades autónomas, donde se recogieron 1.288 muestras no invasivas. Los kilómetros recorridos en los transectos de censo dentro del área de muestreo alcanzaron los 7.606 kilómetros, con 4.687 en el occidente y 2.919 en el oriente.
Conclusiones
“La población de osos ha mejorado, partíamos de una población en estado crítico en los años 90 y ahora se encuentra en una situación más favorable especialmente en la población oriental que estaba mas aislada”, resaltó el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, al tiempo que puntualizó que la especie “sigue estando en peligro de extinción”. No obstante, los resultados permitirán llevar a cabo “trabajos más centrados en la compatibilidad de la presencia de oso con las actividades que se desarrollan a través de indemnizaciones de daños y medidas preventivas”.
Los datos obtenidos suponen una “buena noticia” para el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático de Cantabria, Antonio Lucio, quien detalló que “los números siguen indicando que hay problemas de introversión genética”.
Para el director general de Medio Natural del Principado de Asturias, David Villar, los trabajos llevados a cabo y hoy presentados “consolidan la recuperación de una especie” aunque “todavía se encuentran lejos de cifras que nos gustaría dar como es el caso del lince que supera mil ejemplares”. No obstante, se mostró “muy satisfecho con la expansión, con la consolidación con que cada vez es más efectiva la conexión con Galicia y el sur de León”.
En esta misma línea, la directora general de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda de la Xunta de Galicia, Belén María Do Campo expuso que el muestreo en la Comunidad Autónoma de ciñó a Lugo y a Orense, “donde sí hay conexión con Asturias y Castilla y León” y permitió “corroborar la conectividad entre sierras”.