La Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) de León ha reconocido que se debe abonar un recargo del 30% en las prestaciones de Seguridad Social derivadas de un accidente de trabajo a enfermeras del Hospital del Bierzo, al no haber dispuesto de medidas de protección adecuadas frente al Covid-19, según ha informado Satse
El dictamen del INSS se produce después de que la Inspección de Trabajo de León informara que las enfermeras del Hospital del Bierzo se contagiaron de Covid-19 porque no dispusieron de medidas de protección frente al SARs-CoV-2 en su puesto de trabajo.
Satse denunció ante la Inspección de Trabajo esa falta de protección que sufrieron 21 enfermeras en su trabajo durante los primeros meses de la pandemia y del estado de alarma. El INSS dictamina a favor de una de ellas, pero el resto que también tuvieron una baja laboral por este motivo y se encontraron en la misma situación pueden reclamar dicho recargo del 30% en sus prestaciones de Seguridad Social, que rondan los 454 euros.
El equipo de valoración de Incapacidades del INSS consideró que procedía dicho recargo de las prestaciones de Seguridad Social, ya que había habido “un incumplimiento de la empresa en materia de prevención de riesgos laborales”. Así, citaba que “que el accidente laboral tiene lugar porque el trabajador no contó con los medios de protección necesarios, en concreto, carencia de mascarillas”, lo que supone la infracción de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en relación a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo.
Las enfermeras, asistidas por Satse León, solicitaron el recargo en las prestaciones a la Seguridad Social derivadas del accidente de trabajo por contagio de Covid-19. En sus argumentos a la Inspección de Trabajo, las enfermeras señalaron que en su puesto de trabajo en el Hospital del Bierzo no había posibilidad de abrir ventanas ni renovar el aire ni había medidas organizativas y que carecían de elementos de protección personal.
Una semana con una mascarilla quirúrgica
Concretamente, la semana del 23 al 29 de marzo de 2020 no se suministraron EPIS, solo una mascarilla quirúrgica que tuvieron que reutilizar, y que solo el 3 de abril se le facilitó una mascarilla FP2 y una pantalla para utilizar solo cuando se llevara a cabo la administración de nebulizaciones, según Satse.
“Esos días aumentó la carga asistencial debido a la reubicación de pacientes y hubo presencia de acompañantes que fueron Covid positivos; también hubo demora en el diagnóstico de pacientes, con fiebre y patología compatible, a los que inicialmente no se les realizó una prueba de detección del coronavirus, pero luego dieron positivo”, explica el sindicato en un comunicado.
La Inspección de Trabajo citó en su informe que el Ministerio de Sanidad indicó que “la protección respiratoria generalmente recomendada para los profesionales de la salud que puedan estar en contacto a menos de 2 metros con casos posibles, probables o confirmados es una mascarilla autofiltrante tipo FFP2 o media máscara provista de filtro contra partículas P2”. Asimismo, desde las primeras instrucciones sanitarias se prescribía el uso de EPIS para sanitarios en contacto con positivos, EPIS que no se facilitaron a los profesionales sanitarios.