Consternación en Cerredo ante la complicación de rescatar el cuerpo de Roberto Calviño

M. Alija Consternación e impotencia entre los vecinos de Villablino y Cerredo que siguen afligidos la evolución del rescate del cuerpo sin vida de Roberto Calviño, el minero de 40 años, que padeció las trágicas consecuencias de un accidente de mina el pasado miércoles en la Degaña (Asturias).

A las 06:00 de la mañana del jueves, el servicio de rescate logró acceder hasta el punto de la galería donde Calviño, vecino de Villablino, quedó atrapado por las toneladas de rocas y carbón que cayeron sobre el vehículo de carga que conducía y constataron que su cuerpo yacía sin vida. Desde es momento, los servicios de emergencia han hecho lo imposible para sacar a Calviño  del vehículo logrando acceder hasta la cabina del camión. En ese punto, la Brigada Central de Salvamento Minero veía como las dificultades aumentaban con los continuos desprendimientos de la bóveda y  que podían dejarles sin paso por lo que se vieron obligados a suspender temporalmente las tareas de rescate.

Con nueva maquinaria, lo están intentando desde la noche de ayer hasta esta mañana de viernes, procediendo a la inyección de cemento con una manguera presión, técnica conocida como gunitado, para evitar nuevos derrumbes y acceder en condiciones de seguridad. Se espera que al término de la mañana el proceso de excarcelación pueda tener éxito.

Los compañeros de la mina de Cerredo (Degaña), que apodaban al vecino de Villablino como “El Rellas”, han permanecido en la boca de la mina estos dos días con el corazón en un puño mientras observaban las tareas de rescate. “Aunque es algo que sabes que puede pasar, nunca te acostumbras”, explicaba a La Nueva España Gonzalo García, uno de los mineros.