El Consejo reclama más implicación para evitar que Bierzo Hub quede en “una declaración de intenciones”

El presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Gerardo Álvarez Courel, reclamó hoy la implicación de las empresas, instituciones y del conjunto de la sociedad berciana para hacer que el programa Bierzo Hub de impulso al sector agroalimentario de la comarca “salga adelante y no quede en una declaración de buenas intenciones”. “Debemos trabajar juntos para conseguir algo bueno para la comarca”, explicó Álvarez Courel, que hoy presentó junto a la presidenta de la Denominación de Origen (DO) Bierzo, Misericordia Bello, la campaña de captación de viñedo viejo del Banco de Tierras de la institución comarcal.

En ese sentido, el presidente comarcal valoró los “objetivos muy interesantes” de un programa de inversiones impulsado por la Junta que viene a promocionar la industria ligada a la tierra ante la realidad de que “hay otros sectores que pierden fuerza”, como el minero. La comparación con el sector del carbón también le sirvió a Álvarez Courel para hacer “un llamamiento a empujar todos en la misma dirección”.

Al respecto, el presidente reconoció que en la comarca hay municipios “más interesados en que funcione”, en referencia a aquellos donde el sector primario es más boyante. “No todos los municipios son mineros, igual que no todos tienen un sector agroalimentario potente”, recordó Álvarez Courel, que pidió a los 38 municipios de la comarca que avancen en el camino de la “unidad en la producción”, a través de “criterios únicos”.

“Hay que empezar a trabajar para que todo esto se concrete”, sentenció el presidente del Consejo, que confió en que el plan sea capaz de atraer industrias transformadoras al territorio de la comarca y colaborar en el objetivo de asentar población en el medio rural. “Bienvenidas sean”, concluyó.

Por su parte, la presidenta del Consejo Regulador de la DO Bierzo se sumó a las expectativas positivas respecto a Bierzo Hub. “Espero que se materialice”, aseguró Bello, que atribuyó a la Junta la responsabilidad de dar “el gran impulso” que el programa necesita para echar a andar.