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Comienza la recuperación del Monasterio de San Andrés de Espinareda con la restauración de la ‘Casa del Abad’

Declarado Monumento Histórico Artístico desde 1982, el Monasterio destacó en la Edad Media y Moderna por su desarrollo cultural, económico y espiritual. Ahora podría 'revivir' gracias al turismo
Imagen de la Casa del Abad, con sus corredores, del Monasterio de San Andrés de Espinareda

La restauración de la Casa del Abad del Monasterio de San Andrés de Espinareda fue aprobada por Patrimonio en noviembre de 2019, pero el inicio de las obras se ha retrasado por el covid-19. Ahora, tras la adjudicación a la empresa bembibrense Pedro Marcos SL, los trabajos ya son visibles. El objetivo es convertir la Casa del Abad, que corría peligro, en un albergue turístico. Esta primera fase de las obras está dotada con un partida de 200.000 euros del Instituto Leonés de Cultura, dependiente de la Diputación de León, y se centrará en reforzar la estructura y el corredor, reparar las techumbres y habilitar el sótano y los pisos, además de limpiar la fachada, según ha explicado el alcalde de Vega, Santiago Rodríguez. Las obras deberán seguir el protocolo establecido por Patrimonio, pues todo el conjunto arquitectónico está declarado Bien de Interés Cultural desde 1982

Origen del monasterio

A esta primera fase, el Ayuntamiento quiere unir otras futuras para conseguir restaurar todo el complejo monástico neoclásico. Es por ello que prevé acudir a los fondos de Transición Justa para ampliar el albergue, dada la situación de Vega como puerta de los Ancares y en uno de los caminos alternativos a Santiago.

El de Vega de Espinareda es uno de los monasterios bercianos más importantes. Fue terminado a finales del siglo XVIII y está catalogado como de estilo neoclásico. En el emplazamiento hubo actividad monacal desde la época de San Genadio. Se considera que su apogeo económico, territorial y de poder eclesial fue en el siglo XVI. Los orígenes de este monasterio son inciertos y no será hasta principios del X, en el año 923, cuando se datan los primeros documentos escritos. Será a partir del siglo XI cuando quede constancia ya de su actividad a través de escrituras, cartas y bulas. La construcción original sufrió varios incendios y la mayor parte de la iglesia que hoy se puede admirar es fruto de diferentes remodelaciones realizadas en los siglos XVII y XVIII. Considerado el monasterio neoclásico más importante del Bierzo, del conjunto destaca la iglesia con sus esbeltas torres, la imagen gótica e la Virgen con el Niño en brazos y el claustro formado por siete arcos a cada lado por su sobriedad y monumentalidad.

Es en el siglo XVI cuando el monasterio cobró protagonismo por su gran influencia cultural. Facultad de Filosofía y Colegio de Artes y Letras de primera magnitud en la que se impartía una esmerada enseñanza que le reportó los máximos reconocimientos. Por sus aulas pasaron ilustres profesores y alumnos como el historiador Prudencio de Sandoval, el Cardenal Lorenzana y el escritor romántico Enrique Gil y Carrasco, por lo que fue merecedor del título de Monasterio Sabio. Labor que se perdió con la desamortización de Mendizábal.

Esta tradición educativa en el monasterio como en Vega de Espinareda se mantuvo hasta nuestros días, primero con la recuperación de este edificio histórico como colegio diocesano de enseñanza primaria y secundaria hasta el año 1995, y posteriormente con la instalación en la localidad de un aula de la UNED, privilegio que solo comparten en esta provincia las poblaciones de León, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo y La Bañeza.

Monasterio San Andrés de Espinareda. / César Sánchez

 

Doña Jimena Muñiz, dama berciana, hija bastarda de un rey y amante de otro

En el interior de la iglesia fue enterrada en el año 1128 Doña Jimena Muñiz. Dama perteneciente a la nobleza berciana, era descendiente por vía ilegítima del rey Vermudo II de León, amante del rey Alfonso VI durante el tiempo transcurrido entre la muerte de doña Inés, primera esposa del monarca y la boda con doña Constanza con la que contrajo matrimonio dos años después. Fruto de esta relación nacieron dos hijas Elvira y Teresa, esta última casada con Enrique de Borgoña y madre de Alfonso Enríquez, primer rey de Portugal. La lápida del sepulcro con su epitafio fue trasladada al Museo Arqueológico de León y los restos de doña Jimena continúan en la iglesia en algún lugar sin identificar y en el más completo anonimato.

El peso histórico de este monasterio se hace una vez más patente con la celebración los 1 y 15 de cada mes, en el vecino pueblo de El Espino, de una feria de ganado donde se puede degustar el tradicional pulpo. Los primeros documentos que hacen referencia a esta feria datan del año 1317, tratándose de un privilegio real dado por el rey Alfonso VI al abad del monasterio y en el que recibían el señorío de la villa de Vega con su feria, teniendo el derecho de realizar el mercado en tiempos de paz.

Todos estos datos son recogidos por el blog Destino León, nacido con el objetivo de promocionar los atractivos culturales y turísticos de la provincia, que incluye al monasterio entre una de sus principales propuestas en el Bierzo.

Epitafio de Jimena Muñiz. (Museo de León). / Valdavia

 

Vega de Espinareda, la puerta de los Ancares

El municipio berciano de Vega de Espinareda esconde innumerables lugares con un encanto especial y uno de ellos es el Valle de Burbia que recibe su nombre del río que lo baña. Sus paisajes se caracterizan por la presencia de soutos de castaños milenarios y pequeños pueblos que salpican sus laderas. Pueblos como Burbia son un bello ejemplo de arquitectura popular, construcciones con un legendario pasado y un entorno natural que invita a la ensoñación.

En la historia del valle tiene una fuerte presencia el paso del imperio romano que dejó sus huellas también con las explotaciones de oro y que las aguas del Burbia, las cuales ayudaron a la extracción del preciado metal. Se pueden ver estas explotaciones en las localidades de Vega, Sésamo o Fontoria. Y sin olvidarnos del considerado como el yacimiento de arte esquemático más grande de la provincia de León, las pinturas rupestres de Sésamo, formado por varios conjuntos pictóricos distribuidos en abrigos rocosos, en los que se observan los patrones típicos de las pinturas esquemáticas propias del Neolítico en adelante.

Situada en la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses, Vega de Espinareda es la puerta de entrada a esta zona que es una de las más desconocidas de Europa y de las mejor conservadas por sus habitantes. Paisajes en los que se combinas cumbres y valles, ríos y vegetación y donde conviven las costumbres más tradicionales junto con una interesante arquitectura popular donde destaca la palloza, construcciones circulares construidas con piedra y madera y el techo de paja.

 Para conocer esta ‘joya’, el monasterio  podrá visitarse durante los meses de julio, agosto y septiembre