El matrimonio entre Atlético Astorga y Deportiva Ponferradina que aprobaron los socios astorganos el pasado viernes se llevará a cabo a partir del próximo curso siempre y cuando el conjunto berciano no descienda de categoría. Los verdes se convertirían entonces en un filial, no un equipo dependiente, ya que aunque a los denominados Cultural B, Ponferradina B, Real Madrid B, Atlético B… se los conozca como equipo filial, en realidad su denominación correcta sería equipo dependiente. Así lo explica la reglamentación de la Real Federación Española de Fútbol. El caso más representativo de filialidad en el actual panorama futbolístico nacional es el del Eibar y el CD Vitoria. El acuerdo lo alcanzaron el pasado verano y no comparten ni nombre, ni colores, ni ciudad. Uno de sus jugadores, que normalmente compite en el grupo vasco de Tercera, ya debutó en Primera a las órdenes de Jose Luis Mendilibar, Íñigo Barrenetxea.
Los jugadores que dirige Paulino vienen utilizando los servicios médicos blanquiazules desde el pasado enero, incluso en las últimas fechas han entrenado en las instalaciones de la Deportiva para dejar descansar el maltrecho césped de La Eragudina.
La presidenta del club astorgano se ha mostrado “muy feliz y contenta” tras la aprobación del acuerdo por parte de los socios. “Estoy satisfecha porque lo han entendido y estoy segura que será muy bueno para ambas partes. Confió en que no bajemos ninguno de los dos clubes”.
Asimismo, Sagrario González aseguro que “solamente” se presentaría a las próximas elecciones “en estas circunstancias”, pero “aún no lo confirmo”. Si los socios no hubiesen respaldado esta unión “ni me plantearía presentarme” a unas elecciones que se celebrarán a la conclusión de la presente campaña”.
Este matrimonio entre verdes y blanquiazules sería sólo por una temporada, la 2016/17. Al término de la misma, sería revisable por ambas partes.