PREMIOS MUJER 2024

Cientos de personas despiden en Ávila a Adolfo Suárez

ICAL

El frío no fue obstáculo hoy para los cientos de abulenses que recibieron y acompañaron al cortejo fúnebre del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez en su último recorrido por las calles de la ciudad amurallada. El adiós sentido de los habitantes de Ávila y de otros muchos procedentes de diversos puntos de la geografía española para despedir al político de Cebreros inundó las zonas aledañas a la muralla y a la Catedral, donde los aplausos y los gritos de ‘Viva Suárez’ fueron testigos directos del recuerdo de la Transición española.

Desde las 9 horas, decenas de admiradores del fundador del Centro Democrático y Social (CDS) se agolparon a las puertas de la Catedral, donde ya se notaba la presencia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como decenas de medios de comunicación regionales y nacionales. También las autoridades de la ciudad y la provincia, así como de la Junta e incluso el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

La entrada del cortejo en Ávila, formado por cinco coches fúnebres con coronas y ramos de flores, además del que trasladaba el cuerpo inerte de Suárez, llegó al centro de la capital a través de la Avenida de Juan Carlos I, para continuar por el Paseo de Don Carmelo y la Avenida de Portugal, donde cientos de abulenses ya esperaban al expresidente. La comitiva alcanzó la basílica de San Vicente y giró por la calle San Segundo hasta el Arco de Las Carnicerías, para concluir en una abarratoda Plaza de la Catedral. En ese momento, se entremezclaron los ‘Vivas a Suárez’ con emotivos episodios de silencio.

También fueron testigo durante el último recorrido de Suárez por las calles abulenses numerosas banderas de España con crespón negro, símbolos que se repitieron en comercios y edificios institucionales, donde estaban a media asta.

A pesar del retraso acumulado de una hora, la sociedad abulense y decenas de personas que se acercaron a la ciudad desde otros puntos de España para rendir un último homenaje al artífice de la Transición, esperaron pacientemente en su lugar alrededor de la Catedral del Salvador. Con una sensación térmica de en torno a cero grados, provocada por las fuertes rachas de viento, el doblar de las campanas de la seo anunciaron la llegada del féretro.

A las 14 horas se inició la homilía, oficiada por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, y concelebrada por una treintena de religiosos, entre los que se encontraban el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, y el cardenal Antonio Cañizares. En la zona del altar, acompañaron el cuerpo inerte de Suárez su familia, a un lado, y autoridades civiles al otro, encabezadas por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, la presidenta de las Cortes, María Josefa García Cirac, el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, el vicepresidente del Senado, Juan José Lucas, el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, así como consejeros del Gobierno autonómico.

Tras una eucaristía que se extendió durante aproximadamente una hora, el cuerpo de Suárez recibió sepultura, junto a los restos de su mujer, Amparo Illana, en el claustro de la Catedral, donde reposará eternamente a escasos metros del presidente del Gobierno de la República en el exilio entre 1962 y 1971, Claudio Sánchez Albornoz.