La mejora del saneamiento del Bierzo Bajo costará 16,4 millones de euros y podría estar finalizada en cuatro años, según afirmó el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, José Antonio Quiroga, quien presentó a las mancomunidades y ayuntamientos afectados el resultado del estudio sobre los problemas que sufre la depuradora de Villadepalos, con continuas filtraciones de aguas limpias que impide su correcto funcionamiento. La Confederación aportará el 80 por ciento del dinero de cada una de las intervenciones necesarias.
Quiroga recordó que esta situación está generando problemas medioambientales, ya que estas filtraciones impiden que la depuradora haga su trabajo y, por tanto, genera vertidos principalmente en el río Sil. Esta situación también dificulta que haya nuevas conexiones a esa infraestructura, lo que frena el desarrollo industrial y urbanístico. “La depuradora está desbordada por la filtración de aguas limpias ya que está preparada para trabajar con aguas sucias”, explicó el presidente del organismo de aguas, quien añadió que aunque la infraestructura está pensada para dar servicio a más de 100.000 personas, y actualmente se lo da a 80.000, no puede admitir más enganches. “Hay una situación de colapso porque no es capaz de depurar y asumir nuevos enganches, y está comprometiendo el desarrollo urbanístico e industrial”, aclaró.
Para intentar aportar una solución la Confederación Hidrográfica Miño-Sil realizó un detallado estudio, que ha durado dos años. “Es un trabajo serio, profundo y clarificador, que nos habla de cuáles son los males y las soluciones. Si somos capaces de coordinarnos, que seguro que sí porque hoy hemos hablado de que vamos a caminar todos juntos, habrá solución”, aseguró Quiroga.
El organismo de aguas da un mes de plazo a las Mancomunidades de Aguas del Bierzo, la del Tratamiento de las Aguas residuales del Bierzo Bajo y a los ayuntamientos afectados para que estudien el documento en profundidad y aporten ideas. A partir de ahí se espera firmar protocolos de colaboración para empezar a licitar las obras que, si todo se hace con diligencia, podrían estar acabadas en un plazo de cuatro años.
“Durante ese tiempo se irán ya corrigiendo algunas deficiencias, liberando la depuradora y, por tanto, admitiendo nuevos enganches que permitan el desarrollo urbanístico e industrial”, afirmó el presidente. “La Confederación no es el organismo competente en saneamiento pero nosotros en este momento tomamos el toro por los cuernos, queremos ser la locomotora de este proyecto”, dijo.
Por su parte el presidente de la Mancomunidad de Aguas del Bierzo y alcalde de Camponaraya, Eduardo Morán, agradeció que después de tantos años se vaya a dar una solución. “Los problemas de la depuradora se arrastran casi desde el principio”, dijo. “Lo más importante es que el presidente de la Confederación ha venido a decir que éste es el coste y que aportaran el 80 por ciento. Estoy plenamente satisfecho”, añadió.
Mientras, el presidente de la Mancomunidad para el Tratamiento de las Aguas Residuales del Bierzo Bajo, Carlos Fernández, planteó la necesidad de tomar medidas para evitar que sigan llegando multas debido a los vertidos. Actualmente esas multas alcanzan el medio millón de euros. “Ese dinero sale de los impuestos de los ciudadanos y es uno de los problemas que tenemos que evitar. Si las multas nos siguen llegando por hacer un buen trabajo, lo tenemos que evitar”, terminó.