Varios centenares de alumnos y miembros de la comunidad educativa se sometieron este lunes al cribado masivo con test de antígenos, organizado por la Gerencia de Asistencia Sanitaria del Bierzo en el Campus de Ponferrada de la Universidad de León (ULE). La gran afluencia a estas pruebas voluntarias de detección del COVID-19 provocó que se formaran largas colas en la explanada que se encuentra tras el edificio principal, donde se instaló la carpa en la que se practican las pruebas. “Esperemos que siga así todo el día”, explicó el rector de la ULE, Juan Francisco García Marín.
En total, el dispositivo está preparado para llevar a cabo los test de antígenos a los 600 alumnos y a los 250 miembros de la comunidad educativa del Campus berciano, a razón de 60 pruebas a la hora. Problemas informáticos retrasaron el inicio de los test, que se continuarán realizando hasta las 15 horas. “Los estudiantes responden bastante bien”, señaló el rector, que recordó que las pruebas practicadas el sábado en el Campus de Vegazana, en León, detectaron 11 positivos entre los estudiantes.
Al respecto, García Marín recalcó que estas cifras de positivos a la vuelta del periodo de descanso navideño suponen duplicar las detectadas en la anterior prueba, llevada a cabo en el mes noviembre, y reconoció que existe “mucha preocupación” por la situación actual. “Creo que en las dos o tres próximas semanas la situación irá a peor”, auguró el rector, que explicó que la institución universitaria no tiene previstos nuevos cribados masivos de cara al futuro, a la espera de cómo evolucione la pandemia.
En cualquier caso, la apuesta de la ULE por los exámenes presenciales se mantiene intacta, aseguró García Marín. “Creemos que es fundamental que los alumnos tengan contacto entre ellos y con los profesores, la educación presencial es esencial, igual que la investigación”, subrayó el rector, que avanzó que la adaptación a otro tipo de escenario sólo se dará “en el momento en que el Gobierno o la Junta digan que hay que ir todos a casa”.
Detección rápida
Los test de antígenos practicados hoy, en colaboración con el sistema de vigilancia epidemiológica de la Universidad de León (SiVeUle) y la unidad básica de vigilancia del Campus de Ponferrada, se organizan por franjas horarias organizadas por orden alfabético para evitar aglomeraciones. En un plazo de entre 15 y 30 minutos, los equipos sanitarios pueden informar de la detección de un positivo para proceder a su aislamiento.
Por su parte, agentes de la Policía Municipal de Ponferrada y efectivos de Protección Civil se ocuparon de gestionar los accesos a la explanada, mientras que los militares del Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña 63 de Astorga, perteneciente al Ejército de Tierra, colaboraron en la instalación de la carpa.