PREMIOS MUJER 2024

Católica y/o feminista

Los signos de interrogación ponedlos vosotros, pues de eso se trata, una preguntita hecha a las mujeres, que yo, en aras de la igualdad, me permito hacer también a los hombres.

Los signos de interrogación ponedlos vosotros, pues de eso se trata, una preguntita hecha a las mujeres, que yo, en aras de la igualdad, me permito hacer también a los hombres. No es que sea muy dada a leer sobre temas de  “feminista sí o no”, pero no hace mucho me llego un correo personal sobre un artículo en la revista Vida Nueva que a su vez recogía la opinión de otro artículo desde Roma. Vamos que esto corre el riesgo de convertirse en una cadena de opiniones.

Por supuesto el tema da para mucho, hasta para controversias, y por supuesto la Iglesia no se escapa a ello.

Lo primero que me “chocó” es que los dos articulistas fuesen hombres…y me chocó porque sorprendentemente, al menos para mí, encuentro que muchas veces son más “feministas” los hombres que las mujeres en lo que respecta al papel de la mujer dentro de la Iglesia, en varios casos sospecho que no es tanto que valoren, o pidan que se valore más nuestra posición, sino que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, encuentran una forma de atacar a la Iglesia o, en otros muchos casos, de enmascarar otras reivindicaciones más personales, del tipo “la Iglesia tiene que renovarse en cuestiones del celibato…, moral…etc…y bueno también con vosotras….ya sabes sacerdocio femenino…eso”. Pues eso, que lo de menos a veces es el “papel de la mujer”, pero “soy tan moderno que no me olvido de vosotras”. Ja.

Mira, me entran ganas de decirles, y a veces lo hago, puede que los hombres hagáis cosas o tengáis oficios que yo no tengo, pero yo también tengo otras funciones que vosotros no tenéis y eso no me hace mejor o peor ni me discrimina. En la variedad está la excelencia y esa la hago yo, con mi “actitud” y “aptitud”, ambas.

Y lo segundo que llamó mi atención casi de manera inmediata, fue que se relacionase la pérdida de fe en las mujeres con el hecho de ser feministas…¡vaya! Haciendo amigos…

Eso sí, no se concluía en nada claro, mucho divagar pero nada de comprometerse a fondo. Pero…el otro de los articulistas iba más allá: a su entender veía “complicado compaginar ambas pertenencias, casi tan complicado como ser masón y católico, o marxista y católico”. Ahí queda eso…haciendo más amigos para siempre.

Lo curioso es que a medida que fui leyendo no puedo decir que no estuviese de acuerdo con lo que expresaba. No soporto los extremos, ni hacer “igualdades” porque toca, las famosas cuotas por cuestiones de sexo, lo de “jóvenes y jóvenas” me ho-rro-ri-za, discriminaciones positivas (anda ya, ¿discriminar es bueno?) y podría seguir. Es más yo no quiero ser igual a los hombres, para eso no me “maltrataría” con las pinzas de depilar, ceja por aquí, menos cejas por allí, el labio superior, los pelillos despistados de la mandíbula, que digo yo para qué rayos nos salen si no nos afeitamos (ironía para el que no la pille), la cera en las piernas que llega el verano, en el invierno nos lo tomamos con más filosofía, las axilas ….Que no, yo no quiero formar parte de todos “iguales”, personas con la misma dignidad sí, pero yo quiero ser única hasta con mis imperfecciones o carencias. Y desde luego yo jamás he sentido que en la Iglesia se me haga de menos, ¡caramba, si es en el único lugar donde he escuchado que se me quiere como soy!

En fin, continué leyendo para ver como acababa lo de feminismo=falta de fe y, menos mal, la cosa acabó sin causa efecto. Así lo creía desde el principio, pero podía equivocarme, aunque como mujer lo dudaba…no solemos equivocarnos (broma, es broma…no me chilléis). Poco o nada tiene que ver lo uno con lo otro, es como relacionar tocino y velocidad. ¿Feminismo, machismo? Machismo hubiese sido borrar de los evangelios que fueron las mujeres las primeras en ser testigos de la Resurrección y las primeras en transmitirlo (evangelizar), si en esos tiempos no se ocultó fíjate lo “moderna” que fue la Iglesia. Pero que hoy se busque la causa de la pérdida de fe, en las mujeres, en ese supuesto machismo no lo veo, porque por contrapartida las iglesias tendrían que estar llenas de varones y veamos…¿lo están? Repito, ¿lo están? Eso mismo. Me parece oír: NO.

Para acabar, tanto dejarse llevar por las ideologías de moda, cambiar con los tiempos, actualizarse, “adaptarse”…de las distintas confesiones tipo anglicanos, episcopalianos etc, para evitar el debacle de sus congregaciones y conseguir “llenar” más y resulta que cada vez son menos los que se les unen y más los que se convierten al catolicismo, consiguiendo todo lo contrario de lo que pretendían, así les va. Lo importante no es que “el otro haga una cosa y yo otra, pero yo quiero hacer también eso otro…”(vaya lío), lo importante es que se haga la obra de Dios. Acabo así porque de eso iba esta vez, feminismo y fe. Que no hombre que no, o mujer, la fe no sabe de sexos. A mí desde luego no me ha llamado por ahí. Aún así mi opinión es que para Dios no hay nada imposible, así que seguramente se puede ser creyente y feminista.