Castilla y León ha visto su situación financiera afectada en el último año, según las estadísticas sobre el periodo medio de pago a proveedores de toda la región. A través de los datos que ofrece el ministerio de Hacienda y basándose en las últimas estadísticas, era una de las primeras regiones que pagaba sus facturas pero ahora se encuentra de capa caída, con retrasos de más de tres meses. De todos modos, por el momento ha evitado unirse al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y se sigue financiando en los mercados por sí misma.
Esta negativa situación de atraso sin precedentes se está justificando desde el Gobierno de Castilla y León con el hecho de tener que abonar ahora las facturas del año pasado a proveedores sanitarios, lo que retrasa todo el proceso aunque el resto de los sectores sí vayan en regla con las fechas.
La Administración General ha estado pagando correctamente sus facturas en un plazo de 3,6 días, pero Salud en 112 días. Para solucionar este problema, se ha firmado un convenio para agilizar los pagos y subsanar la situación, endeudándose por 199 millones y poder pagar así a los proveedores sanitarios.
El Ministerio de Hacienda, por su parte, se ha puesto en contacto con la región, e intervendrá en el caso de que esta situación se alargue como en el caso de Extremadura y Aragón, que se vieron intervenidas la pasada primavera y que Hacienda les retiene una parte para pagar a sus proveedores. Estos casos no son aislados, debido a la Lay de Morosidad, que exige el pago en 30 días, Baleares tiene un retraso con el que paga a 83 días, con lo que Castilla y León no está sola en su advertencia.
Sin embargo, por lo general, el plan funciona correctamente y la mayoría pagan en el plazo que corresponde. Incluso Extremadura y Aragón, intervenidas previamente, ya han conseguido ponerse al día, y liderando la situación se encuentran el País Vasco y Navarra, siendo las primeras en efectuar sus pagos.