El director de la Mesa del Castaño del Bierzo, Pablo Linares, señaló este jueves durante la presentación de la feria Biocastanea que la merma en la producción de castaña este año está en torno al 50 por ciento y “aún puede ser mayor” cuando finalice la campaña de recogida a finales de noviembre.
Linares aseguró que “es un año complicado, de los peores, si no el peor, desde 2008, cuando comenzó a funcionar la marca de garantía“. La falta de agua durante todo el año ha sido clave para esta bajada de la cosecha, ya que la lluvia “ha llegado tarde para la castaña. Sólo con que hubiera llegado quince días antes ya habría sido suficiente para algunas variedades más tardías, pero no ha sido el caso”.
Asimismo, el tamaño de los frutos también es, de media, más pequeño que en años anteriores, aunque en este caso “los consumidores no lo notarán tanto, ya que las castañas que salen a la venta van perfectamente calibradas”.