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La carretera que une Ponferrada y Villablino se abre al tráfico el miércoles

Se posibilitará el tráfico alternativo mediante señalistas y semáforos hasta que el desarrollo de las obras permita la apertura a la circulación por ambos carriles de la calzada
Desprendimiento de rocas y tierra en la carretera CL-631 en la localidad de Páramo del Sil
Desprendimiento de rocas y tierra en la carretera CL-631 en la localidad de Páramo del Sil. / C. Sánchez

La carretera CL-631 de Páramo del Sil, que se ha visto cortada por el desprendimiento de rocas y piedras desde el pasado mes de mayo, volverá a abrirse al tráfico con un carril alternativo en el punto kilométrico 33,300 en su margen derecha.

Esta solución temporal estará disponible desde el miércoles 17 de julio a partir de las 12.00 horas. La Junta de Castilla y León informa de que como consecuencia de los avances de reparación que se están llevando a cabo en el talud de desmonte de dicha carretera se ha habilitado un desvío provisional aledaño a la calzada donde se irá posibilitando el tráfico alternativo mediante señalistas y semáforos hasta que el desarrollo de las obras permita la apertura a la circulación por ambos carriles de la calzada.

El delegado territorial, Eduardo Diego, señala que se ha trabajado en tres direcciones. Por un lado, la excavación del terreno inestable más cercano a la cabecera del talud, donde actualmente continúan las labores de saneo y perfilado del talud; por otra parte, se ha comenzado con la estabilización del desmonte mediante la disposición de malla de triple torsión anclada al terreno que se irá colocando de forma coordinada con el avance de la excavación. Y una tercera parte que supone la adecuación ahora de este carril alternativo que va a permitir el tráfico rodado. “La obra ha sido supervisada por geólogos e ingenieros con la intención de poder abrir al tráfico un carril al estar garantizada la seguridad”, ha recordado Diego.

2 comentarios en “La carretera que une Ponferrada y Villablino se abre al tráfico el miércoles

  1. Verguenza ajena ver ese trozo de carton atado con una cuerda que pone “Villablino” como única señalización del desvio.

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