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Carbunión se muestra preocupada porque el uno de octubre el Gobierno debería tener tramitada la orden ministerial que regula las primas para incentivar a que las eléctricas adapten a la normativa ambiental europea sus centrales térmicas de carbón. A día de hoy, esa orden no ha sido tramitada, a pesar de que el próximo mes, las empresas energéticas deben decidir si se acogen al denominado “plan nacional de transición”, para así hacer las obras necesarias en sus equipamientos. Si no se acogen al programa, tendrían que reducir sus emisiones a través de un recorte en su funcionamiento.
En el Bierzo la situación afecta de manera crucial a la Central de Compostilla. Carbounión recuerda que las centrales de Endesa no están en el plan nacional de la transición, sino que ya se han acogido a las 17.500 horas de funcionamiento”. Esto significa que la empresa eléctrica tomó en 2013 la decisión de reducir sus horas de funcionamiento para cumplir con el plan de emisiones. Sin embargo, una moratoria del Gobierno permitía a Endesa cambiar su decisión hasta el 1 de octubre de este año, según se explica en el periódico La Nueva España.
La patronal detalla además otro problema para las empresas que ya se han adscrito al plan nacional de transición, poniendo como ejemplo a Gas Natural, que se ha comprometido a hacer las inversiones para la reducción de emisiones en dos de sus térmicas, Narcea y La Robla, aunque no tiene previsto, por el momento, hacerlas en Anllares.
Según la patronal, Gas Natural hará las obras con o sin subvenciones, ya que a partir de 2018 el nivel de emisiones baja de manera importante, lo que le obligaría a la reducción de su actividad si no las tiene adaptadas para entonces. “Si el Gobierno no tiene listas las ayudas para acometer las obras, Gas Natural lo hará igual, aunque sea comprando carbón importado, lo que dejaría al sector español muy tocado”, explican desde Carbunión.
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