Cantera de talento tecnológico

El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) era una realidad desconocida para muchas personas hasta hace relativamente poco tiempo. Sin embargo, la llegada de la pandemia de Covid-19 y la proliferación de sensores de CO2 y calidad del aire en edificios públicos de muchas ciudades popularizaron un concepto que cada día está más presente en nuestra vida diaria. “La pandemia ha sido negativa para todos, pero ha ayudado a que las administraciones se den cuenta de la utilidad que tienen estos sistemas”, explica José Alberto Benítez, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Sistemas y Automática de la Universidad de León (ULE) y coordinador del título propio de Internet de las Cosas y desarrollo web para aplicaciones en dispositivos móviles que a partir de noviembre celebrará su tercera edición en el Campus de Ponferrada.

Con una duración de ocho meses y un total de 840 horas de trabajo del alumno, el programa formativo prepara a los participantes para acceder a un mercado de trabajo con gran demanda de personal especializado. En cifras, entre sus dos primeras ediciones, el título contó con la participación de una treintena de alumnos. De ellos, cinco tienen a día de hoy un empleo relacionado con los conocimientos adquiridos durante el curso, tres de ellos en las mismas empresas en las que completaron sus prácticas formativas durante su etapa como alumnos.

Al respecto, Benítez destaca que estas prácticas que se desarrollan en diferentes empresas de la zona del Bierzo están remuneradas con entre 400 y 500 euros al mes. Como su duración oscila entre los tres y los cuatro meses, entre marzo y julio, la remuneración obtenida permite a los estudiantes autofinanciar su matrícula, que tiene un coste de 900 euros. Además, la empresa Cupa Group vuelve a ofrecer en esta tercera edición tres becas que cubrirán la totalidad de la matrícula de otros tantos estudiantes.

El título propio ya tiene abierto el período de preinscripción, un trámite que ayuda a los organizadores a conocer cuántas personas están potencialmente interesadas en los estudios. Una vez preinscrito el alumno, el coordinador del curso mantendrá un contacto directo con cada uno de los potenciales participantes y llevará a cabo un seguimiento personalizado de cada caso para indicar los pasos a dar antes de formalizar la matrícula.

La formación como tal arrancará el 7 de noviembre y los alumnos completarán tres módulos formativos específicos, además de las prácticas. En el primero, los estudiantes se familiarizarán con las funcionalidades y características del desarrollo web. El segundo módulo enseñará a los alumnos a diseñar, desarrollar y programar aplicaciones para el sistema operativo Android. Estos dos módulos se impartirán entre noviembre y febrero, con ocho horas semanales de clases ‘online’, en las que las sesiones se grabarán para aquellos alumnos que sólo puedan seguirlas en diferido.

Entre marzo y julio, se impartirá el tercero de los módulos, “en el que hay más ‘cacharreo’”, reconoce Benítez, que recomienda seguir presencialmente en el Campus de Ponferrada esta parte de los estudios más directamente relacionado con los sensores y dispositivos. Este módulo también contiene las materias principales sobre arquitectura de redes de comunicación de datos, análisis y toma de decisiones y técnicas de ‘big data’ y aprendizaje automático.

Además, en estas sesiones, los alumnos entrarán en contacto con las diferentes aplicaciones del IoT y se familiarizarán con conceptos básicos sobre ciberseguridad. “El curso entero está pensado para que una persona que va a trabajar en un proyecto de IoT sea capaz de hacer su propia web con sistemas de recogida y gestión de datos y la aplicación móvil para gestionar de manera remota los sensores”, explica el coordinador de los estudios.

Promovido por la ULE y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned), este título propio forma parte de la apuesta del Vicerrectorado del Campus de Ponferrada por esta realidad tecnológica en boga, con multitud de usos dependiendo del problema que se quiera resolver. En ese sentido, Benítez valora que la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal (Eiaf) del Campus de la capital berciana esté promoviendo un proyecto de investigación que incluye la sensorización de varias choperas, con el objetivo de poder controlar de manera remota cuestiones como la presencia de plagas o el seguimiento de las condiciones de humedad en estas plantaciones forestales.