El Grupo Caja Rural ha cerrado el ejercicio 2024 con un incremento de 1.770 millones de euros en su patrimonio en fondos de inversión, alcanzando los 9.840 millones de euros. Este crecimiento del 22% supera ampliamente la media del mercado, que, según los datos de Inverco, se situó en un 14,3%. Estos resultados refuerzan el liderazgo de Caja Rural en el sector y consolidan a su gestora, Gescooperativo, como un actor clave en el ámbito de la inversión.
Entre los productos más sobresalientes de la entidad se encuentran el fondo Rural Mixto Internacional 25, que obtuvo un rendimiento anual del 9,81%, y el Rural Tecnológico, con un rendimiento espectacular del 36,56%. Ambos fondos, reconocidos por su estabilidad y rentabilidad, invierten principalmente en valores de renta variable de grandes empresas tecnológicas en países de la OCDE. Los sectores prioritarios incluyen telecomunicaciones, internet, biotecnología y farmacia, aunque hasta un 25% de sus carteras pueden incluir valores de otros sectores.
Estos fondos se han consolidado como referentes en sus respectivas categorías, destacando por su bajo nivel de volatilidad y una gestión que combina la exposición al riesgo con estrategias equilibradas de inversión.
Estrategia basada en diversificación y control del riesgo
Gescooperativo ha desarrollado una estrategia centrada en la diversificación de sus carteras, combinando inversiones en renta variable con renta fija, tanto pública como privada, con especial énfasis en instrumentos a corto plazo en la zona euro. Esta política de gestión equilibrada ha permitido que aproximadamente el 68% de sus fondos superen los estándares de rentabilidad y control de riesgos establecidos por el mercado.
Compromiso con los inversores y el desarrollo social
Caja Rural reafirma su compromiso con los inversores al ofrecer una amplia gama de productos financieros diseñados para satisfacer las necesidades de sus clientes, adaptándose a un entorno económico caracterizado por la volatilidad. La entidad ha implementado estrategias innovadoras que no solo cumplen, sino que consistentemente superan los benchmarks del mercado, asegurando así confianza y seguridad a largo plazo.
Además, Caja Rural apuesta por el desarrollo económico y social en las regiones donde opera, fomentando la inclusión financiera, apoyando a pequeños y medianos empresarios, y promoviendo proyectos sostenibles. Estas iniciativas no solo contribuyen al crecimiento económico, sino que también fortalecen el tejido social y consolidan la base de clientes de la entidad.
En un contexto global marcado por la incertidumbre, Caja Rural se posiciona como un aliado confiable para sus inversores, destacándose por su visión de futuro y su capacidad para anticiparse a las necesidades del mercado. Gracias a su estrategia sólida y a su enfoque en la mejora continua, la entidad ha demostrado ser un referente en el sector financiero, ofreciendo soluciones que generan valor, sostenibilidad y seguridad para sus clientes.