Hace años triunfó un slogan ideado para vender detergente. El famoso “busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo” no tenía rival y sigue en el inconsciente colectivo de varias generaciones. Animaba a explorar, a contrastar y una vez hecho eso, había que elegir.
En estos días de campaña electoral nos toca estar a eso, a buscar, a comparar y a decidir. Ya sé que algunos estáis hartos: hartos de abanderar causas perdidas, hartos de sentir la frustración de una promesa que una vez más no se cumplió, hartos de no saber lo que es verdad y lo que es mentira porque las fake news inundan vuestras redes sociales. Pero no hay lugar para el desánimo porque el domingo tu voto será decisivo.
Y no es una frase hecha ni un chascarrillo mitinero. Más allá de unos pocos municipios donde se vaticinan holgadas mayorías, la tendencia clara que han marcado la mayoría de encuestas publicadas hasta el día permitido por la normativa electoral, es lo ajustado de las horquillas que pronostican el reparto de concejales. Eso significa que un puñado de votos darán y quitarán alcaldías porque la diferencia entre tener un concejal más o menos se decidirá por la mínima, y por muy pocos votos se decidirá finalmente si entran más o menos fuerzas políticas en cada ayuntamiento lo que será decisivo a la hora de establecer pactos. Tu voto inclinará la balanza hacia un lado u otro.
Muchas veces se achaca a los políticos su falta de compromiso y se les critica porque desertan de sus responsabilidades asique no debemos caer en el error que afeamos a otros. Nuestra es la responsabilidad de elegir.
No te escudes en que ninguno te gusta del todo ni en el que “es que todos son iguales” porque hay grandes diferencias. Piensa en las trayectorias de unos y otros, en su talante, en lo que les define y piensa en sus propuestas porque sí, hay propuestas. Quizás los medios de comunicación no se detengan lo suficiente en ellas, pero es fácil encontrar información y ver lo que cada uno propone u olvida para tu barrio o tu localidad.
Haz ese pequeño esfuerzo de escuchar y leer. Y luego decide de entre todas las opciones que tienes. Date el gustazo de que tu decisión sea fruto de una reflexión. Las urnas te permiten expresar tus ilusiones, tus esperanzas o tu protesta. Y así, con ese gesto sencillo y trascendental de depositar tu voto, no sólo habrás colaborado para que tu municipio se parezca más a tu lugar ideal para vivir, sino que habrás contribuido a fortalecer y legitimar nuestra democracia. Nos vemos en las urnas.