PREMIOS MUJER 2024

Brutos…como los sueldos de los diputados

Ya me gustaría a mí, un bruto, así. Tan bruto como el sueldo y los derechos que disfrutan nuestros señores diputados. El comentario que hoy escribo, podría firmarlo cualquiera de ustedes que están escuchando. Quedan exentos los políticos que no sean del pueblo y para el pueblo, esos que no cobran por todo lo que trabajan, por todo lo que dedican a sus vecinos, por sus desvelos. Los políticos de base. Los otros, los que están por encima, han sido protagonistas de la noticia para nuestros compañeros de Diario de León, y sus retribuciones y derechos, han vuelto a encender las alarmas del escándalo y el rubor. Hablamos del Congreso y Senado, por poner el foco de atención en las cámaras de representación de  España. Y junto a ellas no olvidamos, esa otra maraña de instituciones y administraciones, repleta de cargos públicos, directores, adjuntos a los directores, subdirectores, ayudantes de los directores, senadores, diputados, consejeros, concejales, personal de confianza y no sigo porque la lista, sería para hacer reaccionar a toda la sociedad harta de asistir cada día a desmanes de proporciones grandiosas, que se convierten en somnífero social, porque los ciudadanos estamos “a verlas venir”, resolviendo problemas tan comunes, que los que deberían solucionarlos -ó al menos intentarlo- no conocen, o prefieren obviar,….. por disciplina de partido.

Que el político suele estar alejado de la realidad, es tan obvio como que en invierno hiela. Y somos incapaces de entender, por qué los problemas cotidianos suelen resbalar por su hombro, como si se fueran a trillar los dedos, si se hacen eco de lo que dice y pide la opinión pública. La política debería ser, como la justicia, la herramienta más honrada, limpia y cercana a todos. Un servicio público, entendido como tal, que defendiera los intereses del ciudadano. La verdadera esencia de la democracia. Pero hay ocasiones en que lo bueno, nace cojo y en el caso de la política y la justicia, se ha ido adulterando, hasta conseguir, lo que todos hemos consentido. Hay demasiados intereses y ambiciones de por medio. El país está empezando a apestar como si se hubiera roto todo el sistema de alcantarillas del Estado. Ese rastro de mofeta, se deja sentir en la población de forma más intensa, cuando se mezclan esos dos nobles ejercicios honestamente practicados que son: la política y la justicia. ¡Ya es raro que el PP y el PSOE se pongan a nivel nacional de acuerdo en algo para llevar a España hacia adelante!…, pues ha llegado el día. En el Consejo General del Poder Judicial estaba la clave. Aquí hay consenso para repartirse vocales y renovarlo con esa gran disculpa que es, que todos los grupos están representados. Todos contentos, Si querían que la sociedad se alejara más de los políticos y la justicia, lo han conseguido. No lo han podido hacer mejor. ¿Qué pinta la política metida en el órgano de gobierno de los jueces? Si nos hace hasta daño, solo leerlo.

Volviendo a esa información a la que aludimos de los sueldos, un diputado o un senador gana un sueldo bruto (en números redondos) de 2.800 euros. Bien pues no está mal. Los hay que trabajan para ganar eso y más, pero… no son mayoría. Además de ese sueldo, los que viven fuera de Madrid, tienen derecho a cobrar una indemnización de otros 1.800, (supongo que contarán a quien viven en Majadahonda, como que lo hace en Madrid)…, y todos, todos -vivan fuera o dentro de la capital-, tienen una tarjeta taxi de 3.000 euros al año y además viajan gratis en transporte público y les dan un móvil y un i-pad al inicio de la legislatura. Lo del i-pad y lo del móvil me parece dentro de orden, aunque presupongo que tendrán un límite en el gasto mensual de ese teléfono. A las retribuciones en el Congreso y en el Senado, habría que añadir los hoteles donde duermen los que son de fuera de Madrid (insisto en lo de Majadahonda….) las comidas, las dietas, y los descuentos en los gin-tonics que les aplica el bar del hemiciclo.

Conocidos estos datos…¡ yo lo que quiero ser es bruta, como los sueldos, de los diputados y sus indemnizaciones y sus bono-buses y metros y taxis gratis!.

Por favor, ahora en serio, todos a una: “Un político un sueldo”… y como hemos dicho en más de una ocasión ¡que se lo gane!. ¿No considera usted una provocación el entusiasmo con el que últimamente Trabajo está enviando a sus inspectores, a toda empresa viviente?…me parece fenómeno que se controle y se vigile a los que no cumplen con las leyes laborales, pero habría que crear otro cuerpo especial de vigilancia para esa raza de presuntos políticos, presuntamente estafadores, presuntos virtuosos del cohecho y desvío de dinero público…¿quién vigila a esos, que suelen estar arriba,?…. ¡anda claro, que tonta, el Consejo General del Poder Judicial… tardé en darme cuenta!