Bosques del Bierzo: zufreiros del Frade, entre gigantes

Aunque su extensión no es comparable con la que ocupan en otros lugares como Extremadura o Cádiz, los zufreiros -o zofreiros-, como se llama en El Bierzo a los alcornoques, siempre han tenido su sitio en la comarca. Así, los zufreiros bercianos se alzan majestuosos en Cobrana, Pombriego, San Pedro de Paradela y en la solana del Frade, monte comunal de la localidad de Lago de Carucedo.

Aunque en número mucho menor que en Cobrana -los ejemplares ‘gigantes’ son siete-, su porte espectacular, la tortuosidad con la que crecen sus ramas o sus troncos rojizos de más de 10 metros de altura hacen imprescindible una visita a la zona, en la que estos árboles con cuatro siglos a sus espaldas conviven plácidamente, en un bosque de estilo mediterráneo, con madroños y encinas.

Propiedad del pueblo, su uso más extendido en el pasado fue el aprovechamiento del corcho para las colmenas, si bien también tenía una curiosa aplicación en la colada. En los meses de invierno, cuando llovía, la ropa blanca recién lavada se depositaba en unos cestos de corcho, abiertos por arriba y por abajo. A continuación se empapaba con agua hirviendo, en la que se habían disuelto pequeños trozos de jabón de Aravaca. Los cestos se colocaban en suelo, sobre paja, para que ésta fuera absorbiendo la humedad toda la noche. A la mañana siguiente, la ropa había clareado y al tiempo escurrido, y se tendía en un corredor para que acabara de secarse. También cuando el tiempo era más frío y lluvioso y el ganado no podía salir al monte se le alimentaba con las ramas de alcornoque, cuyas bellotas servían asimismo para dar de comer a los cerdos.

Ruta

Comenzamos en la localidad de Lago de Carucedo, adonde se llega desde la N-VI. Pasaremos la primera entrada al pueblo y en la segunda, a la derecha, veremos el panel indicador de la ruta, donde dejaremos el coche. La ruta, de 5 kilómetros de longitud ida y vuelta, va subiendo en altura hasta llegar a la solana del Frade. Mientras caminamos podemos disfrutar de las vistas de Las Médulas. Justo antes de llegar al paraje del Frade, nos encontraremos con un área recreativa en la que hay varios paneles informativos.  Una vez la dejemos atrás, aparecerán los alcornoques centenarios. Si continuamos unos metros, veremos a nuestra izquierda una pequeña bajada donde se encuentra la Fuente del Frade. Para regresar, realizaremos el camino a la inversa.

Existen varias alternativas a este recorrido, como la ruta que partiendo de la Casa del Parque de las Médulas llega hasta el ‘El Páramo’ un bello encinar que supone un importante recurso forestal, además de un valioso refugio, por sus características naturales, para todo tipo de fauna ibérica entre las que se pueden encontrar la jineta, el corzo, la nutria (por su cercanía con el Lago), la tórtola europea ó el milano negro, entre otros. Desde el encinar se llega a la Fuente del Frade.

FOTOS DE QUINITO: