La rueda de prensa de Jon Pérez Bolo tras la victoria ante el Almería reflejó lo que había pasado en el campo y el técnico fue interrumpido un par de veces por sus jugadores, que celebraban la permanencia en las entrañas de El Toralín, e incluso le bañaron en champán.
Visiblemente emocionado, Bolo confesó que “estoy orgulloso de los leones que tengo ahí dentro y de la unión que hay en el club. Sabemos que tenemos que mejorar muchas cosas, pero hemos hecho una buena temporada que se nos torció al final y tenía plena confianza en mis jugadores. Estoy feliz porque conseguimos la permanencia y ver la alegría de mi gente es muy importante para mí. Nos merecíamos seguir en el fútbol profesional, porque hemos trabajado durísimo, pero quizá la temporada se nos ha hecho larga por todo lo que ha pasado con la pandemia y tener que jugar tan seguido, que no daba tiempo a borrar lo que pasaba en el partido anterior”.
Bolo resumió el partido reconciendo que “el gol de Ivi ha sido muy importante. El equipo ha hecho un trabajo enorme y ese gol nos ha dado tranquilidad. Hemos hecho ajustes porque nos estaban metiendo muy atrás y hemos sufrido. Teníamos pensado mover ficha en el descanso y en la última jugada nos marcaron. Hemos hablado y retocado lo necesario y el equipo ha salido sabiendo que íbamos a sufrir y que teníamos que aprovechar las ocasiones, a balón parado o una genialidad de nuestro capitán. Al final hemos sufrido más, pero hemos defendido como jabatos y nos hemos merecido esta alegría”.
El técnico tenía claro que “hoy era el día y no podíamos esperar más. Yuri ha marcado, pero ese gol lo ha marcado toda Ponferrada y todo el Bierzo. Yuri no ha fallado y ha demostrado por qué es historia de este club”. Bolo recordó que “el otro día hicimos una comida en la que estábamos absolutamente todos los que trabajamos en el club, y ahí, cuando ves los ojos de los jugadores, del presidente y de todo el mundo, que transmitían esa confianza que habíamos perdido, te das cuenta de que éste era el partido. Me estaba matando ver a mi gente sufrir y aún así siempre tenían una palabra de aliento. Eso es muy importante para nosotros cuando saltamos al césped, porque tenemos la oportunidad de devolverles lo que nos dan, y en esa comida supimos que no iba a pasar de hoy”.