La XV edición de Biocastanea, celebrada en Carracedelo y organizada por la Mesa del Castaño del Bierzo, ha destacado una vez más la importancia del sector de la castañicultura en la región. Durante la feria, se entregaron premios en diversas categorías, reconociendo tanto la biodiversidad como la innovación en la industria de la castaña.
En la categoría de fotografía, el primer premio fue para David Piqueras Aparicio, de Sagunto (Valencia), por su obra Castaños de Apellaniz, mientras que la mención honorífica recayó en Mónica Vila Ferreirós, de Vilanova de Arousa (Pontevedra), por Asando Castañas. La entrega de estos galardones estuvo a cargo del alcalde de Carracedelo, Raúl Valcarce.
Además, se llevó a cabo el Concurso de Sotos de Castaño, donde se incorporaron nuevos sotos a la Red de Sotos Sostenibles y Castaños Monumentales. Entre los premiados figuran José Vidal, por su soto en el paraje El Rebrao, y Teresa Núñez González, por el castañedo de Corullón. Estos reconocimientos fueron entregados por el Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León y el Presidente de la Diputación de León, respectivamente.
En el ámbito de los productos derivados del castaño, el jurado otorgó varios premios. El galardón al mejor producto no alimentario fue para Viveros Deifil, de Portugal, destacando su innovación en biotecnología aplicada a la producción de planta de castaño. Andreia Afonso y Filipe Vieira recogieron el premio de manos de Daniel Franco, concejal de Desarrollo Rural de Carracedelo.
El premio al mejor producto elaborado a base de castaña recayó en la empresa De lo Nuestro Artesano, de Carracedelo, por su crema de castañas con cacao puro. María Antonio Sernández fue la encargada de recibir el galardón. Finalmente, el premio al producto más innovador se otorgó a La Rosquilla Berciana, de Ponferrada, por su rosca de castañas, recogido por Abel González López.
La entrega de premios contó con la participación de diversas autoridades locales, incluido Roberto Rubio, secretario técnico de la Mesa del Castaño del Bierzo. El evento puso en valor el esfuerzo de productores y artesanos de la región, fortaleciendo la relación entre la castañicultura, la gastronomía y el turismo, pilares fundamentales para el desarrollo económico y cultural de El Bierzo.