La lluvia fue casi el único incidente reseñable de una noche de San Juan más fría de lo habitual en el Bierzo, pero ni siquiera el agua fue capaz de apagar las hogueras que se encendieron a lo largo y ancho de la comarca para celebrar la noche más larga y más mágica del año.
La música, la comida y, por supuesto, el fuego fueron el denominador común de los festejos que a medianoche tuvieron su punto álgido quemando los malos pensamientos y saltando la hoguera en busca de los mejores augurios para el futuro.
Según el informe de los servicios de emergencias del 112, la única llamada de la noche correspondió a un hombre que resultó herido en Ponferrada tras recibir un golpe en la nariz en torno a la 1 de la madrugada.