PREMIOS MUJER 2024

Beda detecta un incremento del consumo de alcohol de tipo compulsivo

En 2020 se atendió a 250 personas en el centro de tratamiento de Ponferrada, con un incremento de mujeres respecto a años anteriores
Restos de botellón en el casco antiguo de Ponferrada / QUINITO
Restos de botellón en el casco antiguo de Ponferrada / QUINITO

El Centro de tratamiento del alcoholismo Beda de Ponferrada detectó en el último año un incremento del consumo de alcohol de tipo compulsivo, que alcanza un 54% del total, superando al consumo diario en un cambio de tendencia respecto a los últimos años.

Es una de las conclusiones a las que llega la memoria de 2020 de Beda, en la que también se señala un incremento sensiblemente superior de mujeres que acuden a recibir tratamiento, que ya son un 41% frente a 59% de hombres. En total, a lo largo del año pasado se atendieron en torno a 250 personas, de las que 74 se acercaron por primera vez a recibir información, orientación o tratamiento.

Según los datos hechos públicos por Beda, la edad media del inicio en el consumo de alcohol se sitúa en los 15 años, mientras que la percepción de problemas asociados no aparece hasta los 35. La edad mínima de las personas atendidas es de 26 años y la máxima de 70, registrándose entre los hombres un 73% de menores de 50 años, mientras que entre las mujeres los porcentajes aparecen igualados.

La mayoría de los usuarios de Beda están casados (32%) o separados (30%) y se produjo un incremento de personas procedentes del ámbito urbano, que alcanzan un 65%. Además, el 41% están trabajando (si bien el 16% de ellos se encuentra en situación de baja médica) y un 30% están parados. La gran mayoría (un 79%) tiene antecedentes familiares de problemas con el alcohol y, en cuanto al uso de otras drogas, prevalecen los fumadores (65%), mientras que un 22% consumen otro tipo de sustancias ilegales.

Tratamiento

Una amplia mayoría de las personas que acuden a Beda en busca de tratamiento lo hacen a instancias de sus familias (38%) o por iniciativa propia (30%), seguidos por los derivados del ámbito sanitario (19%) y los servicios sociales (8%).

El centro constata un mantenimiento de la alta participación de personas de apoyo que acompañan a los pacientes y participan activamente en el tratamiento (88%). Entre ellos, las parejas suponen un 41%; hijos y madres un 14% y hermanos un 11%.

Por útimo, en un año marcado por los cambios obligados por la pandemia, que han llevado a Beda a potenciar el uso de los medios tecnológicos para continuar con los tratamientos, un 62% de las personas que iniciaron el programa en 2020 permanecían en el mismo a final de año, mientras que el resto o bien fueron derivados a otros recursoso o bien abandonaron por diferentes causas.