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El baipás de la AP-66 abrirá el domingo si las condiciones climáticas lo permiten

Mientras se trabaja en la restauración completa del talud, el baipás contará con dos carriles en dirección León y un único carril en sentido Oviedo y Gijón
Obras de recuperación del tramo de la AP-66 afectado por un derrumbamiento de rocas
Obras de recuperación del tramo de la AP-66 afectado por un derrumbamiento de rocas. / Ministerio de Transportes

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha anunciado que el baipás de la AP-66 estará operativo el próximo domingo, siempre que el clima lo permita y los operarios puedan iniciar las labores de asfaltado a partir del viernes. Esta infraestructura provisional busca mitigar las consecuencias del desprendimiento ocurrido el pasado 10 de noviembre.

A través de su perfil en la red social X, Puente explicó que, mientras se trabaja en la restauración completa del talud, el baipás contará con dos carriles en dirección León y un único carril en sentido Oviedo y Gijón.

Los trabajos en la AP-66, interrumpida desde el derrumbe a la altura del kilómetro 76 en Arnón (Asturias), se centran en habilitar una plataforma en el margen derecho de la calzada. Este espacio permitirá instalar una pantalla dinámica, estructuras de protección y el desvío temporal con un carril por sentido. La autopista, gestionada por Aucalsa, soporta una intensidad media diaria de 8.000 vehículos, de los cuales 1.300 son camiones y otros vehículos pesados.

La empresa concesionaria de la autopista lleva a cabo estas labores, mientras que el Ministerio supervisa los trabajos para garantizar su correcta ejecución. El diseño del baipás incluye carriles de cuatro metros de ancho separados por barreras de hormigón, una medida pensada para facilitar el paso de vehículos quitanieves durante el invierno.

Para construir la plataforma y estabilizar el terreno, se están utilizando maquinaria especializada y explosivos, dependiendo de las características del terreno. Este jueves se realizó la primera voladura para fracturar la roca más dura, que posteriormente fue retirada. Paralelamente, se avanza en el despeje de los materiales ya procesados, acercando cada vez más el objetivo de reabrir el tráfico en esta vía clave para las conexiones del norte.

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