Ayuntamiento de Ponferrada, demasiados nervios

Les prometo que yo creí que los meses de agosto eran de calma chicha, de sucesos, incendios y fiestas como así lo llevan siendo desde hace décadas en nuestra España cañí y en nuestro Bierzo del alma. Pero no, uno cae en la cuenta de que no puede dar todo por sabido porque en el instante que rezuma algo de autosuficiencia mundana, palo y a caerse del güindo. Es como la relación sentimental de un amigo mío, cuya pareja le promete no hacerle pasar los mismos berrinches y disgustos por tal o cual cosa, y a la de tres ya le ha hundido en la desesperación absoluta. Las peores puñaladas de la vida, me decía un alcalde berciano el jueves pasado por la mañana, “son las de los propios compañeros de filas, porque son las que menos te esperas”.  Le sugería que viera por enésima vez, aunque con distinta perspectiva El Padrino. En la mítica trilogía siempre el traidor es el más cercano y afable o el que va de avisador de tal o cual plan contrario en plan amigo del alma.

Les prometo que yo creí, sí, que al estar la clase política de vacaciones en su mayoría o por turnos, los parlamentos a todos los niveles cerrados de debate y sesiones todo iba a ser un coser y cantar hasta después de La Encina. Nuevamente me equivoqué. Soy humano.

En el Ayuntamiento de Ponferrada está siendo una legislatura a cara de perro, en argot futbolístico. Si los dos primeros años de una mayoría minoritaria del Partido Popular terminó por fundir a su líder, Carlos López Riesco; los dos siguientes están siendo, cuando menos, difíciles.

El PP, bien en las caras de sus alcaldes, Ismael Álvarez y Carlos López Riesco, no merecía un fin de ciclo en el Consistorio tan abrupto, rupturista y un tanto chapucero o escandaloso. No me negarán que el PP, al fin y al cabo, ganó las elecciones y con ello el pueblo le decía que su fin se acercaba y tenían que pactar para gobernar. La aritmética es la aritmética. Pero claro, el electorado natural de centroderecha de dividió en los dos líderes que la representaban en ese momento en Ponferrada, Álvarez y López Riesco. Pero lo natural o lógico, por no cumplirse, se volvió contra lo hecho por mano humana. La Naturaleza acaba por recuperar su terreno si se le deja tiempo.

El retransmitir en directo durante unos días por todas las cadenas y radios lo que sucedía en Ponferrada a nadie, creo yo, nos vino bien como capital comarcal y ciudad moderna, dialogante y abierta que somos. Otros tiburones de océanos, que no de mares, aprovecharon para zanjar sus cuentas con los personajes utilizados, incluso a nivel regional. Tampoco es natural o coherente que IAP se entregase a la izquierda local, como que la propia Organización socialista dejase luego en cueros a su gente de Ponferrada. ¿Ustedes creen que Folgueral y los suyos no son de centroizquierda? Pues yo tampoco. Bueno sí, hay uno o dos que parecen hijos de Marx, Stalin o incluso Bakunin y cía, qué sé yo. Esperemos que alguien les ponga en este mundo y se dejen del siglo pasado en todos los sentidos: pensamiento, palabra y obra.

Pues con el Bipartito nos desayunábamos cada día y nuestra mente e ilusión puesta en el Mundial de Ciclismo de septiembre. Una cuestión de todos. Que es donde se ve quién tiene altura de miras y deja las riñas de patio para otro día por el bien común. Pero nada. En el PSOE siguen desde Madrid y Valladolid que los no adscritos no son nada de ellos, ni parientes lejanos ni nada, que su única representante es una chica rescatada del olvido y de sus tareas laborales en la capital del Pisuerga. Los no adscritos que ellos son y se sienten socialistas y que no se apean de la burra. Los IAP, sin su líder y fundador, también retirado por imperativo legal, como aquella chufla de frase batasunera cuando les plantaban la Constitución delante si querían ir al Congreso, que cogobiernan porque es lo que las urnas decidieron y que como con el PP de López Riesco no había forma pues tenían que estar con éstos pero que ya no son PSOE, luego no son ya el enemigo. El PP restante, Carlistas sin Carlos, que a hacer oposición pero sin mucha fuerza, sin líder claro, ni en el Bierzo, ni en León. Por mor de que ellos eran de una parte no mayoritaria interna, pero que ahora la mayoritaria se encuentra, como todos saben, sin presidente.

En esto que un día IAP dice que si un solar no se vende como se pensaba habrá que bajar precio como manda el mercado. Viene el alcalde y desdice lo dicho por su teniente de alcalde. Que el precio no se baja. Pero luego van y echan en agosto, inaudito, a los profes de música en una Escuela Municipal “adjudicata con muchos defectos de forma”. La Justicia está vez sí trabajó en agosto. Rarísimo en este tipo de trámites. El PP que no quiere ni oir hablar de futura reconciliación con IAP, pero saca a un exPSOE ahora PP, para denunciarlo. Vaya, vaya. ¿Error de bulto  o caradura? IAP que se muestra confiado en el Bipartito aunque su socio les esté endosando los temas más difíciles: Mundial y Economía, a dos cabezas visibles de los Independientes, para luego un día sí y otro también matizar o enmendar desde Alcaldía, Hacienda o Cultura principalmente. Y la concejal socialista viendo desde su soledad el fregado pensando qué hará ella allí.

¡Señores, un respiro, que es agosto y tenemos el Mundial encima, por favor!