Pablo Álvarez, astronauta leonés de la Agencia Espacial Europea (ESA), anunció este martes que ha completado su certificación básica de Actividades Extravehiculares (EVA) en el prestigioso Laboratorio de Flotabilidad Neutral en Houston, Texas. Este centro de entrenamiento, que cuenta con la piscina más grande del mundo diseñada para simular la ingravidez del espacio, fue el escenario donde Álvarez practicó maniobras esenciales para caminatas espaciales.
En un mensaje publicado en su perfil de la red social X, Álvarez compartió su entusiasmo por este logro. “Flotar en la enorme piscina que simula la ingravidez del espacio fue tan desafiante como emocionante”, explicó, destacando que el entrenamiento incluyó prácticas en réplicas de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Entrenamiento al límite
Durante las sesiones, Álvarez y su compañero, el astronauta suizo Marco Sieber, enfrentaron ejercicios que pusieron a prueba su concentración, resistencia y capacidad de trabajo en equipo. Entre las actividades realizadas se encontraban movimientos precisos con el traje espacial y resolución de problemas en condiciones que emulan las de una misión real en el espacio.
“Cada ejercicio fue una prueba de concentración, trabajo en equipo y resistencia. Este tipo de entrenamiento me hace valorar aún más el increíble esfuerzo que la humanidad invierte para explorar más allá de nuestro planeta”, señaló Álvarez, quien también expresó su gratitud por formar parte de esta misión global.
Álvarez dedicó unas palabras a su compañero de entrenamiento, destacando la complicidad y esfuerzo compartido: “Marco y yo nos exigimos al máximo y no podría haber pedido un mejor compañero”. Además, envió un mensaje inspirador a sus seguidores: “¡Nunca dejen de ser curiosos y sigan soñando en grande!”.