Patrimonio es más que documentación, archivos y bocaminas. Es la historia de toda una comarca. Por eso, un grupo de ex trabajadores de la compañía, junto con otros que no lo fueron, ha creado la asociación cultural y minera de la MSP. “Queremos poner en valor los más de cien años de trayectoria que tuvo la minero”, puntualiza el presidente del nuevo colectivo, el joven lacianiego Adrián Colinas.
Los objetivos los tienen claros. Adecentar, si consiguen los consentimientos oportunos, los antiguos grupos mineros, restaurar bocaminas y hacerse cargo de su posterior mantenimiento… “Colocaríamos, además, cartelería con información sobre cuando se abrió esa bocamina, por ejemplo”. Iniciativas que conllevan preservar todo ese patrimonio minero que con los años “se ha ido vandalizando pues la gente empezó a desvalijar todo. Trataremos de parar eso”, añadió el presidente.
Decisivo es el papel que juegan los antiguos archivos y la vieja documentación de la MSP como uno de los principales motivos por los que surgió la asociación. “Queremos intentar, y sabemos que es una utopía, que la administración concursal de la empresa nos ceda en guardia y custodia ese gran archivo histórico que posee”, puntualiza el secretario de la asociación, Antonio Fernández quien a la vez señala que constituye la memoria colectiva “de toda la comarca de Laciana y parte de El Bierzo”. “La idea es digitalizar todos esos documentos”, continúa diciendo el secretario, pues “todo aquel que necesitase consultar datos o planos, los tendríamos nosotros”. Y es que el colectivo no está dispuesto a que esos archivos “se los lleven para Sabero, como nos ha llegado a nuestros oídos” ya que “son de Laciana y se tienen que quedar en Laciana”.
De momento, la asociación cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Villablino pero también intentará implicar en el proyecto a empresas, a la propia administración concursal de la compañía e incluso al Consorcio del Ponfeblino “con el que estamos dispuestos a ayudar y a que nos ayuden”, confesó Fernández. En este sentido, el presidente, Adrián Colinas, agregó que el colectivo siempre estará abierto “a cualquier idea que la gente quiera aportar” y recalcó que pueden entrar a formar parte de la asociación “todas las personas, empresas o entes que así lo deseen” ya que la idea es que “los socios paguen entre 15 y 20 euros al año”, puntualizó por su parte Fernández.
Palabras de agradecimiento tuvo, precisamente Antonio Fernández, para el presidente de la asociación ya que considera “triste y lamentable” que un joven lacianiego que está viviendo y trabajando en Asturias “tenga que venir a ayudarnos porque llevamos muchos años viendo como se está deteriorando y robando y nadie hace absolutamente nada”. Por eso ha querido aprovechar la ocasión para alabar “el empujón que Adri nos ha dado para intentar salvaguardar este patrimonio”. Porque aunque el joven Colinas nunca haya trabajado en la mina, siente especial predilección por el sector.
Lo que ya ha conseguido la asociación son las instalaciones, cedidas por el Consorcio del Ponfeblino, en las que se ubicará su futura sede y que ahora el colectivo tendrá que rehabilitar. “Se trata de uno de los locales de la vieja estación del tren de Villablino”. Y es que, tal y como recuerdan los miembros del colectivo, “la cuenca minera de Laciana fue muy importante para la historia del carbón”. Muchas de estas cuencas cuentan con asociaciones de este tipo “y aquí no había nada”. Y Laciana, “tiene mucho potencial de turismo minero”.