Un debate donde, a tenor por todo lo que se está diciendo y publicando, fue ganado por puntos por el candidato del Partido Popular Alfonso Fernández Mañueco, quien comenzó con un discurso bastante plano, abigarrado e institucional hasta en su cuidada imagen formal. Finalmente, el todavía presidente, se “soltó” y sacó bastante agilidad de respuesta y un mensaje claro. En su discurso ha primado la crítica y la comparación con el presidente nacional, Pedro Sánchez.
Por su parte, Luis Tudanca, con aspecto más informal rozando el descuido, dejó claro en cada intervención el mensaje que deseaba quedase en las mentes de los telespectadores: “El cambio tras 35 años de gobiernos populares”. Igea pudo ser el más ágil y jocoso en ocasiones, pero las ganas de vendetta contra Mañueco estaban claras y eso le costó una postura excesivamente radicalizada. Medirse a ver quién había hecho más durante la pandemia resultó hasta ridículo. Como ridículo fue el fondo con una especie de copos de nieve que le pusieron a los candidatos del PP y PSOE en las Cortes regionales. Francisco Igea por estar padeciendo el covid participó desde la casa de sus padres con un fondo de librería amarillenta pero con un ejemplar de las Edades del Hombre bien visible.
Esperemos qué estrategia y cómo reacccionAN los candidatos en el segundo y último de los debates previstos por la Junta Electoral.