Los alumnos de instalaciones eléctricas de la Fundación Santa Bárbara denuncian la paralización del curso

Un grupo de diez alumnos del curso de montaje y mantenimiento de instalaciones eléctricas de baja tensión, impartido por la Fundación Santa Bárbara, ha denunciado la suspensión de la formación desde el pasado 10 de octubre debido a la baja de uno de los docentes. Según los afectados, la situación ha dejado el curso completamente paralizado sin que se les haya ofrecido una solución ni una fecha de reanudación.

El curso, que comenzó en julio y debía finalizar en febrero de 2024, está gestionado por la Junta de Castilla y León y cuenta con participantes inscritos en el ECYL. La paralización se debe a la ausencia del profesor de prácticas, quien se encuentra de baja médica, pero los alumnos afirman que en la documentación del curso figura otro docente que no ha asumido sus funciones, y que además es el director técnico de la Fundación Santa Bárbara.

Pese a la baja del docente, no se ha proporcionado un sustituto ni una alternativa para continuar con las clases. Los alumnos han sido enviados a sus casas sin más explicaciones y sin claridad sobre cuándo se retomará el curso, lo que ha generado una situación de incertidumbre respecto a su formación y futuro laboral. El curso incluye prácticas en la empresa SEMI, con la que la Fundación tiene un convenio, pero al estar el curso detenido, los alumnos temen no poder completar las horas prácticas necesarias para su certificación.

Los estudiantes han presentado un comunicado oficial ante el Servicio Territorial de Industria, Comercio y Economía de León, la Dirección General de Energía y Minas, y la Gerencia Provincial del Servicio Público de Empleo de León para exigir una solución que permita la reanudación de la formación. Sin completar el curso y las prácticas, su posibilidad de acceder a un empleo en el sector eléctrico queda comprometida.

Hasta el momento, los alumnos no han recibido ninguna respuesta concreta por parte de la Fundación ni de las instituciones responsables, lo que ha generado malestar entre los afectados, quienes consideran que la situación supone un “abandono” de sus compromisos formativos.