La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio declara alerta por incremento de riesgo meteorológico de incendios forestales para los días 17 y 18 de julio en Castilla y León.
El Gobierno regional informó de que se espera una nueva entrada de una masa de aire caliente en altura los días 17 y 18 de julio que va a provocar un incremento notable de las temperaturas, tanto máximas como mínimas. Esta entrada presenta un mayor grado de consolidación y persistencia que episodios anteriores, más puntuales, que en todo caso han ido generando un empeoramiento progresivo de las condiciones de humedad del combustible, de carácter acumulativo. Este episodio implicará un incremento “claro” del peligro de incendios forestales.
Hay también previsión de vientos de elevada intensidad (para el lunes sur y este 25-30 kilómetros por hora con rachas 55-60 en el este, y el martes centro y este 35-40 kilómetros por hora con rachas 65-70 en el centro).
En este contexto,mediante resolución del director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, se ha declarado situación de alerta para los días 17 y 18 de julio. Además de las medidas extraordinaria contempladas en dicha declaración, ante esta situación, las medidas preventivas y las de seguridad en la extinción deben extremarse.
Medidas preventivas
La resolución prohíbe encender fuego en el monte en todo tipo de espacios abiertos, así como en zonas recreativas y de acampada, incluso en las zonas habilitadas para ello, el uso de barbacoas en espacios abiertos; suspende las autorizaciones de uso del fuego y de fuegos artificiales; y prohíbe el uso de maquinaria que en su funcionamiento habitual despide chispas, como sopletes, soldadores, radiales en el monte y franja de 400 metros de terreno rústico que lo circunda.
En cuanto a la utilización de maquinaria tipo cosechadora o empacadora, se deberá suspender en los momentos en que la temperatura sea superior a 30 grados y la velocidad del viento supere los 30 kilómetros por hora. Se recomienda posponer las labores no urgentes y mantener la máxima precaución. En todo caso, es necesario tener a mano los medios de extinción y el personal suficientes para controlar los posibles incendios que se puedan originar como consecuencia de la labor.
Asimismo, se solicita a la población que, además de extremar las medidas de prudencia, tenga la máxima precaución en sus actividades al aire libre, primando su seguridad, la de los demás habitantes y sus bienes, y la del monte, solicitando avise a través del 1-1-2 de la existencia de posibles incendios forestales.