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El comercio de O Barco de Valdeorras vive días de incertidumbre tras una oleada de robos que mantiene en vilo al sector. Los empresarios locales aseguran estar “hartos” y temen por la seguridad de sus negocios. Aunque agradecen el trabajo de la Policía Local y la Guardia Civil, reclaman medidas más contundentes para frenar una situación que atribuyen, posiblemente, a una sola persona.
La detención reciente de un hombre sorprendido in fraganti dentro de un comercio por agentes de la Guardia Civil parecía una luz de esperanza. Sin embargo, tras su puesta en libertad tras declarar ante el juzgado, los robos continuaron con nuevos asaltos en cuestión de horas.
Los establecimientos afectados en las últimas semanas abarcan negocios de diversa índole, desde hostelería hasta tiendas de pinturas, instrumentos agrícolas o productos gourmet. Según sus propietarios, el autor sigue un modus operandi muy definido: utiliza tapas de alcantarilla o registros para romper los cristales de los locales, accediendo al interior a través de los huecos abiertos. En varios casos, se encontraron rastros de sangre debido a cortes provocados por el cristal, e incluso en uno de los locales apareció un envase de Betadine, presuntamente utilizado por el ladrón para tratar sus heridas.
El botín suele ser limitado, centrado en dinero en efectivo de las cajas registradoras o algunos productos. No obstante, los daños materiales, como la rotura de cristales y equipos informáticos, representan un coste mucho mayor para los comerciantes. Algunos negocios, como una tienda de repostería, han tenido que reemplazar las lunas de sus escaparates en tres ocasiones en los últimos meses.
El sector pide soluciones urgentes
A pesar del trabajo de las fuerzas de seguridad, los comerciantes advierten que la inseguridad persiste y exigen a las autoridades una respuesta más contundente. “No podemos seguir así, necesitamos soluciones antes de que esto vaya a más”, declaró uno de los afectados.