El acusado de incendiar el monte Pajariel lo niega y afirma que estaba allí “por curiosidad”

El joven de 25 años y vecino de Ponferrada ha manifestado que su presencia en el Pajariel el día del incendio fue casual, y que solo se acercó allí “por curiosidad” y para saludar a dos brigadistas que conocía, tras ver las llamas. Mantiene que previamente, a la hora en la que se originó el fuego, había estado en un supermercado de Ponferrada y en una gasolinera. Así lo ha señalado en la vista en la Audiencia de León que ha comenzado este lunes con su declaración. D.R.G insistió durante la misma en que el fuego era “muy llamativo”.

Sobre los brigadistas que afirmó conocer, y que según su versión se llamaban Baltasar y Adrián, la investigación ha comprobado que ninguno de los trabajadores de las Brigadas de extinción responde al primer nombre, y solo uno responde al segundo y no conoce al acusado.

El fuego, declarado en la noche del 27 de agosto de 2012, arrasó 97 hectáreas de bosque y matorral.

Por otro lado, el joven ha reconocido que hasta en trece ocasiones alertó a los servicios de emergencias sobre otros tantos incendios, al tiempo que también informó de otros incidentes como peleas o hechos relacionados con una conducción temeraria. Según su versión, lo hizo porque era “su deber como ciudadano”. De hecho, admitió haber estado presente en otros incendios forestales ocurridos en la misma zona, siendo en algunas ocasiones la única persona que dio la voz de alarma. D.G.R, que en el momento de los hechos tenía 22 años, ha explicado que se encontraba en esos lugares algunas veces “por trabajo” ya que se dedicaba al mantenimiento eléctrico, y otras porque “pasaba por allí”.

Este lunes también ha prestado declaración en la Audiencia de León el inspector jefe de Policía Judicial de Ponferrada que dirigió la investigación de este incendio forestal. El agente ha explicado que D.G.R. fue sospechoso “desde el primer momento” y que, incluso, fue identificado la misma noche del incendio porque unos vecinos de la zona habían alertado de su “actitud sospechosa”.

También ha relatado que en el registro del coche del acusado, que estaba “muy desordenado”, se encontraron dos mecheros y, también, papel higiénico en grandes cantidades. En su domicilio, además, tenía artilugios para controlar las frecuencias de los servicios de emergencias e interceptar sus comunicaciones.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado tres años y 16 meses de prisión y, además, el pago de una fianza de 625.000 euros correspondientes a los gastos que supusieron las tareas de extinción de las llamas, mientras que la defensa del procesado pide su libre absolución ante la inexistencia de pruebas.