Los accidentes de tráfico en las carreteras de Castilla y León se han disparado en el primer semestre del año un 48,7 por ciento y se han cobrado la vida de 58 personas, 19 más que en el mismo periodo del pasado año y 25 más que en los seis primeros meses de 2019. Esta dramática subida sitúa a la comunidad al frente del incremento de la siniestralidad, solo por detrás de Asturias, donde se triplicaron, hasta alcanzar los 13 fallecidos, y de Navarra, con una subida del 75 por ciento, hasta los 14 muertos.
A nivel nacional se registra una subida del 15,8 por ciento, con 533 víctimas, 73 más que el pasado ejercicio. A excepción de Aragón (uno menos), Baleares (ocho menos), Castilla-La Mancha (tres menos), Galicia (tres menos), La Rioja (uno menos) y País Vasco (ocho menos), en el resto de comunidades se contabilizan incrementos. Andalucía, con 110 fallecidos, se sitúa en cabeza, aunque en su caso el incremento es del 24,4 por ciento, seguida por Cataluña, con 81 víctimas mortales (30,6 por ciento), y Castilla y León, según los datos provisionales del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico.
Por provincias, a excepción de Valladolid, donde se contabilizan tres fallecidos, la mitad que en el primer trimestre del pasado año, y León, con ocho víctimas, cinco menos, y en Ávila donde se contabilizan cuatro, las mismas que en 2021, en el resto de las provincias se producen subidas. La mas importantes corresponden a Salamanca, que pasa de un fallecido a nueve, en Zamora, donde perdieron la vida ocho personas (siete más). En la provincia de Soria las víctimas se elevan a diez, cuatro más; en Segovia son cinco (cuatro más); en Palencia, cinco (tres más) y en Burgos seis (uno más).
Precisamente ha sido la provincia de Salamanca la que ha registrado los accidentes más graves en lo que va de año. El día de Reyes fallecieron dos persona en la Autovía de Castilla (A-62), a su paso por Aldehuela de la Bóveda. El siniestro se produjo cuando una furgoneta colisión por alcance contra el turismo en el que viajaban los dos fallecidos, de 85 y 82 años. Tras el accidente, la Guardia Civil detuvo al conductor de la furgonetas. Además, el 19 de abril el vuelco en un camino de tierra de un todoterreno, en el término municipal de Colmenar de Montemayor, se cobró la vida a dos personas.
También fallecieron dos personas el pasado cuatro de junio, un varón de 73 años y una mujer de 72 años, en el término de Corrales (Zamora), cuando el turismo en el que viajaban se salió de la calzada y quedó en un camino agrícola bajo la autovía A-66.
La siniestralidad también se ha cebado con los motoristas en Castilla y León y en lo que va de año seis han perdido la vida. Uno de los accidentes se registraron en el caso urbano de Palencia y, dos en las localidades leonesas de Valdoré y Santa Elena de Jamuz. Los otros se registraron en Sotalbo (Ávila), Valdescorriel (Zamora) y Aranda de Duero (Burgos).
En lo que llevamos de año, los fallecidos en autovía y autopista han crecido un 35 por ciento comparado con las cifras de 2019, justo al contrario de lo que sucede con las carreteras convencionales, tradicionalmente las más peligrosas, en las que la siniestralidad ha descendido un uno por ciento en el mismo periodo. La salida de vía y los atropellos son los tipos de siniestros que más han crecido. En el caso de Castilla y León, en lo que va de año 18 personas han perdido la vida en estas carreteras.
Campañas
Para intentar atenuar las salidas de vía, detrás de las que se suele existir una velocidad excesiva o una distracción, la Dirección General de Tráfico ha anunciado que incrementará la vigilancia sobre este factor concurrente en autopistas y autovías con radares móviles embarcados tanto en coches rotulados como camuflados de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Así lo confirmó el pasado miércoles la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, en Palencia, durante la presentación de la primera de las cuatro operaciones especiales que la DGT tiene previsto para este verano -julio y agosto-, periodo en el que se esperan mas de diez millones de desplazamientos por las carreteras de la Comunidad.
Además de calificar de “dramático” el incremento de fallecidos en las carreteras de la Castilla y León y de hacer un llamamiento a la prudencia para frenar esta lacra, la delegada también adelantó que la siguiente campaña de vigilancia especial se centrará en los atropellos en vías interurbanas, accidentes que el pasado año se cobraron la vida de once personas en la Comunidad.