Feliz, estoy feliz, y satisfecha, y con agujetas de reírme y pasarlo bien. Todavía me dura la resaca del domingo pasado, un día de campo en familia. No estaba nadie conmigo de mi familia de sangre, pero me sentí en todo momento en familia. El domingo 8 de julio, ASPRONA BIERZO, celebró con sus usuarios y familiares (y algún que otro paracaidista, que repite año tras año) el Día de la Familia.
Veamos, el día antes tortilla, empanada, unos filetitos, pan, fruta, postre ¡postre! ¡Qué nos olvidábamos! Hay que hacer un postre especial porque luego se hace un concurso.
Sigo. Llamar para confirmar la hora de recogida, lo que tengo que llevar yo, lo que llevas tú, la ropa que llevamos, por cierto ¿hará buen tiempo? Con el veranito que estamos teniendo Por si acaso no olvidarse de la protección solar.
Más. Recordar llevar un aperitivo para compartir, porque de eso trata la jornada, tener un día de confraternización, de relacionarse unos con otros y no estar cada uno por su lado.
Las sillas, la mesa, ¿llevas tú el agua o la llevo yo? ¿Y las servilletas? Vasos, platos, un cuchillo que corte a ser posible. ¿Llevaremos suficiente comida? No importa, siempre sobra y hasta se comparte con el de al lado. Es más, la parte más difícil es no caer en la gula (misión casi imposible), con todo lo que tú llevas, lo que te dan a probar los demás y por si fuese poco, el concurso de postres. ¿Cómo resistirse a probarlos todos? Además están los jurados, que tienen que hacerlo para decidir el ganador, y claro los demás los probamos igual para ver si han estado acertados. Nada, una semana para hacer la digestión, al estilo boa.
Ya en camino seguimos con las dudas, y se va mirando al cielo. Esas nubes ¿hará calor o tendremos tormenta? Al final del día se desveló la incógnita, yo os adelanto que tuvimos el día perfecto, con la temperatura ideal. Así que un aplauso para el que se encargó del tiempo. Supongo que sería algún técnico en cuestiones climatológicas.
Luego estaba todo lo demás. Juegos, baile, sorteos Hubo un pequeño contratiempo con el sonido, para ser precisos con el aparato reproductor de CD´s. Se solventó gracias a la imaginación y solvencia de dos de las allí presentes (me incluyo). Fue una de las muchas, variadas y todas, divertidas anécdotas.
Están por supuesto los chicos, es su día, son los anfitriones, y siempre me sorprenden. ¿Cómo puede alguien después de convivir, aunque sólo sea un día, con ellos, pensar que no son o no pueden ser felices? Es muy posible que esas personas no hayan disfrutado con ellos como yo he tenido, y tengo, la suerte de hacerlo. Recuerdo, para quien no lo sepa, que ASPRONA BIERZO, atiende a personas discapacitadas psíquicas, lo que no significa que sean personas incapaces de sentir y padecer como todos los demás, incluso en ocasiones sienten mucho más que algunos carentes de toda empatía con los que les rodean. Son felices en la medida de lo posible y pueden, si te dejas, hacerte feliz.
Todas las actividades se llevaron a cabo con precisión germánica (una manera de decirlo), puntualidad inglesa (otra manera de hablar), y juerga y más juerga española, hasta el punto que parecía todo espontáneo, como si no tuviese ningún tipo de preparación previa. ¡Sí, hombre sí! Os puedo asegurar que por lo menos una semana antes, la persona responsable del DÍA DE LA FAMILIA, casi no dormía preparando cartas para las familias, lo que cada uno tenía que llevar, horarios, juegos, canciones, sorteos, buscando novedades, haciendo de maestra de ceremonias, arropándose por ayudantes muy válidos (que es síntoma de inteligencia) .
El caso es que fue un día redondo, sin sobresaltos, con muchas risas, con tiempo para el descanso, para tomar el sol, para dar un paseíto bañarse no, el agua estaba helada, así que ningún valiente se atrevió. Casi daba pena volver para casa. Hubo familias que se estrenaron como participantes este año, y el comentario generalizado era lo bien que habían estado, casi como sorprendidas. Todos amenazamos con volver el año próximo.
Personalmente, que no era mi primera vez, certifico que año tras año la experiencia mejora sustancialmente, me da igual que este año me cueste más recuperarme, si me dejan seguiré yendo.
En definitiva: objetivo cumplido.