300 andarines y corredores disfrutan de la XXI edición de la Dragomán

300 personas han desafiado al dragón y han recorrido los 8 kilómetros en  la mítica subida a Dragonte, una iniciativa que aúna deporte y diversión. Culminan así  tres días de competiciones deportivas que han hecho las delicias de los participantes y han dejado muy satisfechos a sus organizadores. Tras 20 años de andadura, el pasado año se amplió a tres días de competición, un aspecto que se va a mantener en futuras ediciones.

Las actividades se iniciaron el viernes 29 con la Dragontrail Nocturna que comenzó a las 9 de la noche, con un recorrido de 6 kilómetros con salida y llegada a Villafranca. Al término de la misma los deportistas dieron buena cuenta de una parrillada. El sábado, la Dragontrail recorrió desde la Plaza del Ayuntamiento hasta el castillo de Corullón donde se convidó a un pincho a los participantes para reponer fuerzas.

Y esta mañana se celebró la prueba reina,  en la Dragomán propiamente dicha, la mítica subida a Dragonte que partió del castillo de Villafranca  y que tiene un recorrido de 8 kilómetros de inacabable subida. 300 personas, algunas de ellas disfrazadas, como es el caso de Miguel Martínez Basurco, alma mater de esta iniciativa, y su hija Flavia, participaron en esta tradicional carrera que se ha convertido ya en todo un referente en el Bierzo. Los orígenes de esta competición fueron modestos allá por 2003 en la que solo participaron ’21 personas y un perro’,  como disfruta relatando Basurco.

El concejal de deportes del ayuntamiento de Villafranca, David Rodríguez,  hacía un balance muy positivo de la presente edición y entre las novedades de este año apuntaba que todas las competiciones se pueden realizar en la modalidad de andarines y corredores y que la Dragontrail estrena nuevo recorrido.

Su vertiente solidaria: recaudar fondos para la vidriera de la Colegiata

Otro de los aspectos imprescindibles de esta carrera es su carácter solidario. En este caso la Dragoman se ha adherido a la causa de conseguir fondos para realizar la última vidriera de la Colegiata.

Desde hace algunos meses, un equipo de trabajo integrado por las Cofradías de Villafranca del Bierzo, la Asociación Cultural Burval, el Ayuntamiento de Villafranca del Bierzo y la Parroquia de Villafranca, se reúnen para buscar financiación económica a través de donaciones, eventos, o cualquier actividad, cuyo objetivo final será colocar la última vidriera de la Colegiata, con el diseño que ya había esbozado el párroco D. Tomás Alija antes de su fallecimiento.

Con la vidriera se satisface una petición popular y también es una forma de agradecer a D. Tomás su dedicación absoluta a Villafranca y a los villafranquinos durante casi 50 años, ya que realizarla supone cumplir el sueño de este párroco tan querido.

Otro foco de ingresos ha sido la proyección en el Teatro de Villafranca del documental “Caminos” protagonizado por Miguel Basurco sobre el Camino de Santiago. El donativo era de 3 euros.