La Ponferradina ha pasado la tarde de este miércoles en la cárcel, concretamente en el centro penitenciario de Villahierro, en Mansilla de las Mulas. Pero no que nadie se asuste, los jugadores no han sido recluidos, simplemente han acudido para disputar un partido muy diferente a los que suelen vivir cada fin de semana. En la prisión, los hombres de Manolo Díaz se midieron a una selección de internos en un choque celebrado en la pista de fútbol sala del propio centro.
Tras el encuentro, los integrantes de ambos equipos mantuvieron una charla en la que tuvieron ocasión de intercambiar impresiones y donde se produjo, además de la tradicional foto de familia, la entrega de camisetas por parte de los componentes del equipo berciano.
Esta iniciativa obedece al objetivo del club blanquiazul de acercarse a todos los colectivos de la sociedad, fomentando un espíritu integrador y proyectando una imagen de compromiso y responsabilidad social.
De esta manera, al estilo de Evasión o Victoria, la Deportiva se ha ganado un buen puñado de nuevos simpatizantes a los que ha adelantado un regalo de Reyes tan original como excepcional, y es que no todo el mundo puede medir su calidad futbolística con un equipo profesional.