PREMIOS MUJER 2024

Una mujer de cine

Desde los años 20 hasta nuestros días, Santa Teresa de Jesús ha sido protagonista de numerosas películas, que han ofrecido visiones dispares de la religiosa abulense

El director de cine Ray Loriga y la actriz Paz Vega durante el rodaje en Ávila de la película ‘Teresa, el cuerpo de Cristo’ (2007) (M. Martín)

César Combarros En plenas celebraciones del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa, se cumplen también 90 años de la primera aproximación cinematográfica conocida a la cautivadora figura de la religiosa, una mujer de bandera cuya extraordinaria vida no ha pasado desapercibida para los cineastas españoles, que periódicamente regresan a ella para ofrecer nuevas (y en ocasiones, controvertidas) miradas sobre su legado.

El 1 de junio de 1925 se levantaba el telón del Teatro Principal de Ávila, hoy desaparecido, para presenciar el estreno de ‘Escenas de la vida de Santa Teresa’, una producción muda de Juan Vila dirigida por los hermanos Beringola (Arturo y Francisco). En la actualidad se conservan trece minutos de aquel film, que pueden visionarse en la Filmoteca Regional de Castilla y León.

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Fotograma de la película ‘Escenas de la vida de Santa Teresa’, de los hermanos Beringola (1925)

 La película (también conocida con el título ‘Teresa de Jesús’) se rodó mayoritariamente en Ávila, aunque cuenta con localizaciones en Martiherrero (Ávila), Salamanca, Alba de Tormes y Toledo, según recoge el exhaustivo catálogo de rodajes cinematográficos ‘Cine en Castilla y León (1910-2010)’, escrito por Alberto Palacios e Ismael Shahín.

Presidida por la ingenuidad, presenta a la Santa en varios momentos de su vida, como niña (embebida de las novelas de caballerías que apasionaban a su madre), como adolescente y una vez ha accedido al convento. Con rudimentarios efectos especiales, incluye una aparición de Cristo y otra de un pequeño ángel que asaeta su corazón, y concluye con su muerte, rodeada de ángeles y con visiones de sus encuentros angelicales.

Tres años después está fechada ‘Ávila y América’, un documental de 70 minutos que fue encargado por un religioso abulense antes de marchar a dar clases al otro lado del océano. Lo dirigió José María Sánchez Bermejo, que utilizó las imágenes para mostrar los vínculos que existían entre la ciudad de los caballeros y América. Estructurado en tres partes, la primera de ellas (‘Ávila histórica’) repasa los vínculos de Ávila con el Nuevo Mundo a través de Isabel la Católica, Teresa de Jesús y el gobernador de Perú, Pedro de la Gasca. En el caso de la religiosa, describe cómo “su familia siguió el trabajo de Isabel la Católica en América”, y mientras la cámara recorre los lugares de su infancia recuerda que siete de sus hermanos marcharon allí. Además, en su última parte (‘Ávila panorámica’) se muestra una multitudinaria procesión de la talla de Santa Teresa realizada por Gregorio Fernández que atesora la Catedral de Ávila.

Habría que esperar hasta 1958 para encontrarse con una nueva adaptación cinematográfica de la vida de la religiosa a la gran pantalla. En este caso, el realizador navarro Joaquín Hualde, con guión de José López Clemente y producción a cargo del NO-DO, se alzó con el Lábaro de Plata en la cuarta edición de la Semana Internacional de Cine Religioso de Valladolid (actual Seminci) gracias al cortometraje ‘Teresa de Ávila’, una película de 14 minutos que el jurado reconoció “por la elocuente sencillez con que evoca los pasos de Santa Teresa en el reflejo de los ambientes que vivió”.

Rodada en distintos parajes de las provincias de Ávila, Salamanca, Valladolid, Palencia, Burgos, Soria, Segovia, Toledo y Guadalajara, la película mostraba por primera vez la vida en clausura en el interior de los conventos carmelitas de La Encarnación y San José (Ávila) y Alba de Tormes (Salamanca). Recorriendo los escenarios por los que transcurrió su vida, Teófilo Martínez hace las veces de narrador en off, mientras que María de los Ángeles Herranz es la encargada de dar voz a citas textuales de la Santa.

El primer largometraje

Tres años después, en 1961, veía la luz el primer largometraje protagonizado por la abulense: ‘Teresa de Jesús’ fue una gran producción dirigida por Juan de Orduña, que reclutó a la vallisoletana Aurora Bautista (su actriz fetiche desde el éxito arrollador de ‘Locura de amor’, en 1948) para encarnar a la religiosa en su cuarta colaboración juntos. Tras ‘Pequeñeces’ (1949) y ‘Agustina de Aragón’ (1950), los caminos de ambos volvieron a cruzarse con un proyecto largamente acariciado por la actriz, que se vio lastrado por “un guión tan mutilado que se avenía más a la crónica beata de aquellos tiempos que a la reconstrucción histórica que ella pretendía”, en palabras del exdirector del Festival de San Sebastián, Diego Galán, en su necrológica de Bautista en ‘El País’.

La película cuenta con guión de José María Peman, Antonio Vich y Manuel Mur-Oti, y con el padre carmelita Pedro Tomás Navajas como “asesor religioso”. En ella, Teresa de Ahumada es una joven internada por su padre en el convento abulense de La Encarnación, ante sus flirteos amorosos con un primo suyo y con otro caballero. La película refleja su acercamiento a Dios, los resquemores que suscita entre la jerarquía eclesiástica y su impulso a la renovación de la regla del Carmelo.

El bonaerense Enrique Cahen Salaberry retomaría al personaje en ‘Teresa de la Hispanidad’, un cortometraje documental de 19 minutos estrenado en 1964 y que formaba parte de la serie ‘Corresponsal en Europa’. Rodado entre Ávila, Segovia, Alba de Tormes y Madrid, con Rafael de Penagos como narrador, el corto desgrana en paralelo la vida de la Santa y la colonización de América, en la que participaron varios de sus hermanos, entre los cuales cita a Rodrigo (que participó en la fundación de Buenos Aires, o a Hernando y a Blas, “en la aventura de Perú”). Muy militante a nivel religioso (con afirmaciones como “Teresa no partió a América, pero desde pequeña quiso la expansión del reino de Dios”), el film está subrayado por una música recargada a cargo de Isidro Maiztegui, y en él se apunta que “no fue casualidad que la gran mística española hubiera surgido paralelamente a la empresa de la colonización, ni que tuviera hondos lazos con ella”.

Cuatro años después, Jesús Fernández Santos y Juan García Atienza filman para TVE el cortometraje ‘Ávila mística de Santa Teresa’, un título casi idéntico al de ‘Ávila de Santa Teresa’, cortometraje de 26 minutos escrito y dirigido para el NO-DO por Joaquín Esteban Perruca, primera película rodada en color en torno a la vida de la religiosa. En esta última, de corte muy contemplativo, se narra la vida de “la Santa por antonomasia”, desde que su padre, Alonso Sánchez de Cepeda, deja constancia por escrito de su nacimiento, hasta su muerte cuando se vio cómo “una paloma blanca salió de su boca” en su último suspiro. Cronológicamente, la película muestra su recorrido vital, desde el fuerte impacto que en ella tuvo la historia de Jimena Blázquez (esposa de un alcalde de Ávila en la Edad Media, que defendió el enclave ante el asedio musulmán en ausencia de los hombres), hasta las escenas cotidianas de la vida en clausura, mientras una voz en off recuerda los textos originales de la religiosa.

En 1982, César Fernández Ardavín estrenaba su serie documental ‘Retablo de Santa Teresa de Jesús’, producida por Aro Films e integrada por nueve películas de seis a siete minutos de duración. Así, en ‘Un poquito de manjar’ las monjas carmelitas relatan su rutina diaria y las recetas que elaboran en su convento; en ‘Las sendas de Teresa’ se recrea la llegada de la religiosa a la ciudad de las ferias y sus vicisitudes con los agustinos; ‘Una paloma en el olivar’ narra cómo decidió el enclave de su convento en Malagón (Ciudad Real) tras ver a “una paloma de singular blancura” detenerse sobre un olivo; ‘Un alma en el purgatorio’ relata sus seis viajes a Valladolid; ‘Otra sementera’ recuerda el “éxodo constante” de la comunidad carmelita en sus inicios, para centrarse en la creación del convento de Santa María del Monte Carmelo, en Salamanca, sobre el desaparecido Convento de Carmelitas Descalzas de San José, fundado por Santa Teresa de Jesús en 1570; ‘A trochas y mochas’ rememora los azares de la protagonista tras abandonar el convento murciano de El Carmelo de San José, camino a Ávila mientras cruza La Mancha; ‘Castillo interior’ incluye la anécdota de su comentario tras ver el retrato que le realizó Fray Juan de la Miseria, el único que le hicieron en vida: “Me has pintado fea y legañosa”; o ‘La última siembra’, sobre su última fundación, el convento del Carmelo de Burgos, donde se recuerda la riada que asoló Burgos el 24 de mayo de 1582.

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La actriz vallisoletana Concha Velasco en la serie ‘Teresa de Jesús’, de Josefina Molina (1984) (RTVE)

Un punto y aparte

1984 marcó un punto y a parte en las aproximaciones cinematográficas a la vida de la Santa. El 12 de marzo de ese año se estrenaba en TVE ‘Teresa de Jesús’, una serie de ocho episodios, de una hora de duración cada uno, dirigida por Josefina Molina. Doce meses de escritura del guión, cinco meses de preparación, ocho meses de rodaje y otros tantos de postproducción, 150 localizaciones de escenarios naturales y un reparto con más de 200 actores, encabezado por Concha Velasco y con intérpretes como Emilio Gutiérrez Caba, Francisco Rabal, Héctor Alterio, Gracita Morales, Patricia Adriani o Silvia Munt, dan buena fe del esfuerzo titánico realizado por la cadena pública por poner en pie el proyecto, que contó con Carmen Martín Gaite y Víctor García de la Concha como coguionistas.

Aquella producción, una de las más costosas del ente público hasta la fecha (contó con un presupuesto de 400 millones de pesetas), abarca toda su vida, desde el año 1519 (cuando tenía cuatro años) hasta su muerte en 1582, entre los reinados de Carlos V y Felipe II. El rodaje tuvo lugar en diferentes enclaves de Ávila, Burgos, Salamanca, Segovia, Toledo, Úbeda, Baeza, Sevilla y Cáceres, si bien los conventos abulenses de La Encarnación y de San José tuvieron que ser recreados en tres estudios de más de tres mil metros cuadrados en total. El resultado no se hizo esperar: millones de espectadores respaldaron la propuesta, reconocida como ‘Serie del Año’ en la Seminci, y Concha Velasco se alzó gracias a su interpretación con el Fotogramas de Plata y el TP de Oro.

“Yo sabía que, para unos, era sólo la monja histérica que se drogaba con hierbas y tenía alucinaciones eróticas sustitutorias y, para otros, sólo la Santa mística asistida por el Espíritu Santo en éxtasis inacabable. Yo quería buscar lo que fue verdaderamente, con toda la complejidad y las contradicciones de una mujer de su época, que luchó en un mundo adverso para que se la tuviera en cuenta, sin dejar de abrir un camino a los demás”, explica Josefina Molina en su libro de memorias ‘Sentada en un rincón’.

La Santa, en el nuevo siglo

Con ese imborrable precedente, tuvieron que pasar cerca de dos décadas hasta que alguien se atreviera a revisitar al personaje. Así, en 2003 el cineasta madrileño Rafael Gordon escribe y dirige ‘Teresa Teresa’, un largometraje con Isabel Ordaz encarnando a la Santa (para preparar el personaje se recluyó en el convento de las carmelitas en Tordesillas) y Assumpta Serna acompañándola al frente del reparto haciendo las veces de una indolente periodista estrella al modo de Mercedes Milá.

Con un original planteamiento, Gordon convierte a la religiosa en protagonista de un programa de televisión que entrevista a personajes virtuales, reflejando un (des)encuentro dialéctico entre dos formas de entender el mundo y dos épocas muy diferentes: la carne frente al espíritu, el hedonismo frente a la mística. A las preguntas de la entrevistadora, el personaje de Ordaz responde siempre con citas literales y auténticas de la Santa que aún hoy se conservan. “Hacer hablar a Santa Teresa en los comienzos del siglo XXI, y que su espíritu viva y fluya como un viento eterno y purificador, fue posible porque Santa Teresa es una científica del alma, intemporal y universal”, relata el cineasta a Ical.

En su opinión, “el que entra en el universo de Santa Teresa ya no sale de él. Santa Teresa tiene los pies en las raíces más hondas de lo material, mientras sus antenas están en lo más maravilloso de lo trascendente”. Por ello, la pone a la altura de “genios” como Cervantes, Dostoievsky, Tolstoi o Shakespeare para afirmar que “las pasiones humanas son las mismas desde que hay conciencia histórica”, y lo que hacen estos talentos es “fijarlas en su tiempo, por eso son tan hipermodernos”. Para el realizador, “hacer hablar a Santa Teresa de Jesús, es intentar que de nuevo las pantallas de cine se iluminen con un personaje con carácter, con alma, un personaje que luche y ame con la fuerza de la convicción y el deseo irrenunciable de encontrar la libertad de espíritu”.

Hasta el momento, la última adaptación cinematográfica estrenada en torno a la vida y obra de Santa Teresa de Jesús lleva la firma de Ray Loriga. El ‘enfant terrible’ de las letras españolas estrenó en 2007 ‘Teresa, el cuerpo de Cristo’, un proyecto donde pretendía “sacar a la mujer de la Santa” y “del peso de la historia posterior”, centrándose en “cómo debió ser para ella vivir en un contexto como el que vivió y ser al mismo tiempo una persona tan excepcional como era, entre los enfrentamientos que tuvo con la propia Iglesia y su entorno, y sus luchas emocionales y espirituales”.

Pese a que durante el rodaje aseguró acercarse a Santa Teresa “con muchísimo respeto y conocimiento”, la polémica saltó desde que se dio a conocer el cartel del film, que presentaba a la protagonista, Paz Vega, desnuda de espaldas, abrazada por un hombre con llagas en las manos y barba. “Creo que de Santa Teresa se ha dado una visión muy cercana a la estampita. Hay muchas cosas de ella que no se han contado y que son un misterio sin resolver: su sexualidad, por ejemplo, o su relación tan cercana a Dios, casi piel con piel…”, relata en el libro que recoge el guión del film.

“Es la historia de una mujer en contra de un esquema de vida muy rígido, en unas condiciones muy duras para el desarrollo intelectual, espiritual y humano. De modo que una mujer en ese tiempo —en una época en la que se suponía que las mujeres no eran nada— se atreviese a ser casi todo lo que una mujer puede ser y que acabase haciendo historia, me pareció que merecía la pena”, concluye.

Pendiente de estreno aún sin fecha confirmada está ‘Teresa de Jesús’, una miniserie documental de tres capítulos de 55 minutos de duración cada uno, coproducida por Sateco Documentalia, Rocaviva Eventos y TVE, y dirigida por Francisco Rodríguez Fernández. La serie recoge entrevistas a expertos teresianos como Teófanes Egido, Luis Enrique Rodríguez-San Pedro, Víctor García de la Concha o Rafael Álvarez ‘El Brujo’, para intentar desentrañar algunas de las incógnitas que aún a día de hoy rodean a la mística abulense, su personalidad y su precaria salud, su presencia en el mundo contemporáneo y su legado.

Un adelanto de esa obra, con material recogido en esos tres capítulos mezclado con imágenes que no verán la luz en la serie, se presentó el pasado 7 de marzo en Ávila y un día después en Alba de Tormes con formato de largometraje documental y el título ‘Teresa de Jesús, una vida de experiencia mística’. La producción es fruto de un exhaustivo trabajo de investigación de más de dos años sobre los aspectos más relevantes de su vida y obra.

Por otra parte, el director de Relaciones Institucionales de TVE, Manuel Ventero, ha anunciado que el ente público prepara un biopic sobre Santa Teresa, similar al que el año pasado se realizó sobre Vicente Ferrer, y la realizadora Belén Molinero dirigirá los siete capítulos de treinta minutos cada uno de la serie ‘También entre los pucheros anda el Señor’, para “divulgar el legado cultural y el potencial turístico de las ciudades que conforman la ruta ‘Huellas de Teresa’.