V.Silván/Ical Los Barrios de Salas acaban de recibir su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) casi 40 años después de que fuera incoado su expediente. Un mismo reconocimiento que esperan desde esas mismas fechas los conjuntos históricos de Bembibre, Molinaseca y Ponferrada y que ya gozan desde los años 1975 y 1976, respectivamente, de esa protección con carácter preventivo.
Son los expedientes que continúan en el cajón, a la espera de recibir el título que ya lucen otras joyas del patrimonio histórico y etnográfico del Bierzo como Villafranca del Bierzo, el pueblo de Colinas del Campo, las pallozas del Campo del Agua y Santiago de Peñalba. La figura BIC supone el grado máximo de protección para garantizar la conservación y la integridad de estos tejidos urbanos, recogidos en el ‘Atlas de Conjunto Históricos de Castilla y León’.
El primer expediente en ser incoado fue el del casco histórico de Bembibre, cuya resolución fue publicada en el Boletín Oficial del Estado el 29 de julio de 1975. La llamada capital del Bierzo Alto tuvo un pasado romano y prerromano con el castro de ‘La Corona’, mansión viaria ‘Interanium Flavium’, en la que coincidieron la Vía Augusta y la Ria Nova, aunque su población aparece ligada al proceso de repoblación de Alfonso IX en 1198, que le otorgó el fuero de León para su gestión y gobierno.
Llegó a ser capital del Condado del Bierzo y de la Tenencia del Boeza en el siglo XIII y el Señorío de Bembibre estuvo en manos de Alfonso de la Cerda y después en la de los Condes de Alba hasta el siglo XX. Una historia que tiene reflejo en su conjunto histórico, cuya figura central es la iglesia de San Pedro, que se levanta en el solar que ocupaba la sinagoga judía. Es templo sencillo con una portada románica, que es anterior al resto de santuario, coronado por la imagen del Salvador con los brazos abiertos.
En torno al templo se protege su caserío con casonas con balcones, corredores y voladizos, entre el que destaca el edificio de Villarejo y también incluye los restos del castillo, al que actualmente se denomina ‘El Palacio’, en el barrio de la Villavieja.“Acaso no encuentre, aún buscándolo por todo el mundo, un lugar cuyas ventajas naturales rivalicen con la de esta llanura o valle de Bembibre”, escribía George Borrow en 1837.
A la vera del Camino
Meses después, el 3 de noviembre de ese mismo año, se publicaba la incoación del expediente de BIC para la villa de Molinaseca, marcada por su ubicación en pleno Camino de Santiago y que reunía tres elementos claves como son la iglesia, o santuario de la Quinta Angustia, en el que los peregrinos pueden hacer una parada para rezar; el puente de los Peregrinos para salvar el río Meruelo; y los hospitales que se levantaron a atender a los caminantes, el primero que se conoció fue la ‘Casa de los Malato’.
Molinaseca es el prototipo de villa medieval y conserva su estructura en torno a la calle Real con sus casas con solana y palacios como la casa Cangas-Pambley. El alcalde, Alfonso Arias, ha preguntado últimamente al director general de Patrimonio, Enrique Sáiz, por esta declaración pendiente. “Lo están mirando”, señala Arias, que asegura que no urge este reconocimiento porque al estar incoado “la normativa le ofrece prácticamente la misma protección”.
Eso sí, Arias considera importante desarrollar un plan especial como conjunto histórico y que la gestión de determinadas licencias pueda ser realizada directamente por el Ayuntamiento de Molinaseca y que no tenga que pasar por la Comisión de Patrimonio. “Necesitaríamos una ayuda o una subvención para poder hacer ese plan especial”, añade.
En el interior de la ‘furca vetula’
El expediente para la declaración BIC del casco histórico de Ponferrada se incoó el mismo año que lo hizo el de Los Barrios de Salas, en 1976. De la delimitación de su casco histórico hay varios planos de trabajo, con propuestas diferentes e, incluso, alguna incluía el solar de la antigua iglesia de San Pedro -que ya no existía- y la Calleja del Río y reconocía a La Puebla tan histórica como el casco viejo. Así, finalmente se limitó a la zona alta, en el entorno del castillo de lo Templarios -declarado Monumento Nacional en 1994- y la Furca Vetula (Cerca Vieja), con el barrio de las Quintas y el Hospital de la Reina, la basílica de la Encina y la iglesia de San Andrés, la Torre del Reloj, la Real Cárcel y el convento de las Concepcionistas.
También, incluye el Ayuntamiento y el entorno de su plaza, la calle Rañadero y todo el caserío hasta su límite con las calles General Vives y Obispo Osmundo, con la presencia de casas blasonadas y sobre pórticos, además de los restos de la judería. A este respecto, el alcalde, Samuel Folgueral señaló que en el caso de la capital berciana tampoco urge su declaración BIC porque, además de la incoación del expediente, cuenta con un plan especial que lo desarrolla dentro del PGOU.
“Ya tenemos un ámbito de protección y ya no tenemos que depender de los informes vinculantes de Patrimonio, somos autónomos al estar ya el plan incluido en el Plan General de Ordenación Urbana”, añadió Folgueral, que avanzó que presentarán alguna iniciativa al próximo plan estatal de vivienda, que prevé ayudas para la rehabilitación y protección del caserío. “Vamos a presentar alguna alternativa para crear alguna Área de Rehabilitación Integral (ARI), alguna ayuda a rehabilitación o incluso inspecciones técnicas de edificación, es decir, ayudas para la rehabilitación y conservación de estos ámbitos”.
Por otra parte, en cuanto a una posible solicitud para declarar BIC las antiguas instalaciones ferroviarias de La Placa, Folgueral puntualizó que siguen siendo propiedad de Adif, que incluso quiere cambiar esa catalogación que ya tiene en el PGOU. Así, precisó que ese espacio es un lugar de reserva y estratégico para la llegada de la Alta Velocidad a Ponferrada. “Estamos trabajando entre el futuro que vendrá y el pasado que tenemos ahí y recuperarlo, no me gustaría que La Placa se descatalogara y que se siguiera deteriorando”, recalcó.