PREMIOS MUJER 2024

Montserrat González se declara única culpable del asesinato de Carrasco y afirma que Triana desconocía sus planes

Levantado el secreto de sumario del caso Carrasco se han conocido las declaraciones de las tres implicadas. La madre exculpa a la hija, que solo reconoce haberse deshecho de la bolsa con la pistola. Triana afirma que la escondió en el coche de Raquel Gago sin que ésta lo supiera y que la policía es inocente
Montserrat González y Triana Martínez (foto: spent it)

 

 EBD Montserrat González insiste, según se recoge en el sumario del caso, que su hija no estaba al tanto de sus planes para matar a Isabel Carrasco y que su implicación se reduce a haber recogido la bolsa que le entregó, con el arma del crimen, para que se deshiciera de la misma. La autora confesa de los disparos afirma en su declaración que estaba obsesionada con matar a Isabel Carrasco pues su hija se sentía acosada por ella. Además, culpa  a la presidenta del PP de usar sus influencias para evitar que Triana encontrara trabajo, lo que habría hecho que la joven entrara en una depresión y adelgazara 25 kilos. Es por ello que ” dos años” antes del crimen compró dos armas, a “un tal Armando” en Gijón, a cambio de 2.000 euros.

Después de seguir a la presidenta del PP varias veces,  el 12 de mayo vio que iba sola, por lo que ya en la pasarela le disparó por la espalda una vez y cuando yacía en el suelo otras dos más. Reconoce que había demasiada gente en la zona pero que ya “no podía más” y que quería “hacer justicia”.

Isabel Carrasco se dirigía al PP de León atravesando a pie la pasarela sobre el río Bernesga. Su pareja, que también iba hacía allí, se ofreció a llevarla en moto pero ella prefirió ir andando. Sobre la pasarela recibió tres tiros, el primero por la espalda, en la zona dorsal. El disparo fue mortal y la víctima perdió la función locomotora y se desmoronó. El siguiente disparo entró por la “mandíbula izquierda” y el tercero por la región “posterior izquierda del hueso occipital”, según el informe forense.

Triana, por su parte, niega tanto ante la Policía como ante el Juez haber planificado el asesinato con su madre. Afirma que tan solo se acercó al centro con ella, en su coche, que se separaron para hacer diferentes cosas, su madre pasear y ella ir a la pastería, “pero que estaba cerrada”. Es entonces cuando se afirma haberse encontrado en a su madre, junto a la pastelería, en el pasaje entre Gran Vía de San Marcos y la Plaza de Colón. Explica que la vio llegar “pálida, nerviosa y desencajada”. “Me dio una bolsa de tela negra y me dijo que me lo llevase de la zona, que lo hiciera desaparecer, y que se iba hacia el coche», relató. «Me puse nerviosa y salí caminando deprisa en dirección Colón, como para mi casa».

Según Triana, durante el camino, se encontró con Raquel Gago, y le dijo que iba a “comprar fruta” y aprovechó para meter la bolsa en su coche. Triana niega que la policía local tuviera conocimiento del contenido. En este punto, sus declaraciones ante la Policía y ante el Juzgado entran en contradicción. En la segunda,  reconoció que Raquel tomó café ese día unas horas antes en su casa, pero que no recuerda de que hablaron debido a sus problemas de insomnio. Además, la Policía registró una llamada de Triana a Raquel segundos después del crimen, lo que también contradice su versión. Ésta continúa señalando que al regresar a su coche vio a su madre, a un hombre hablando con un teléfono móvil y a un policía local, a los que se unirían rápidamente otros agentes «Pregunté qué pasaba y qué buscaban, y sacaron todo lo que había en mi coche», indica. En ese momento, afirma Triana, recibió una llamada de Raquel que ella atendió ante la Policía. Poco después  pudo  llamar a sui padre “y le dije que nos estaba identificando la Policía”.

Raquel Gago sostiene que  ese día contactó con Triana en varias ocasiones por teléfono, y que tomó café en su casa a las 16,00 horas. Que no hablaron del asesinato y que, una vez que Triana metió el arma en el coche sin ella “saberlo” no la encontró hasta el día siguiente, después de pasar la noche en vela por la detención de su amiga. Ese día estuvo por  la mañana haciendo labores de vigilancia en la puerta del velatorio de Carrasco. Sería por la tarde cuando,  al cargar un bicicleta en el coche vio el bolso detrás del asiento del copiloto  y no en el maletero como se había dicho.

En la última planta, el loft de Triana
En la última planta, el loft de Triana

 

Imagen de la detención de Triana Martínez y Montserrat González (EBD)
Imagen de la detención de Triana Martínez y Montserrat González (EBD)
Raquel vigila el velatorio de Carrasco (EBD)
Raquel vigila el velatorio de Carrasco (EBD)

 

 

Droga en el loft

 La Magistrada Jueza considera que la marihuana que se encontró en el loft de Triana no era para consumo propio, por la cantidad que se aprehendió, y manifiesta que se debe investigar un presunto delito de tráfico de drogas, y así se lo ha trasladado al Decanato de León. Dado que el asunto no está incluido en el sumario, se sigue sin conocer la cantidad exacta de droga encontrada, que rondaría el kilo según diferentes informaciones publicadas.

En su declaración, que ahora se ha conocido al levantarse el secreto del sumarioTriana afirmó que la droga era de su madre, si bien ella no sabía que estaba en su loft y nunca vio a su madre fumándola.